El Parlamento griego aprobó este domingo una ley sobre nuevas medidas de austeridad reclamadas por la Troika (Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), que incluyen una “reestructuración” del sector público y el despido de al menos 15 mil funcionarios, a cambio de un rescate de ocho mil 800 millones de euros (11 mil 500 millones de dólares).
El máximo ente legislativo adoptó la legislación luego de un extenso debate que finalizó cuando 168 diputados votaron a favor del proyecto de ley, mientras sólo 123 se opusieron a su aplicación.
De esta manera, el despido de 15 mil empleados públicos en los próximos dos años, cuatro mil de ellos en 2013, abre el camino a la entrega de un nuevo tramo de ocho mil 800 millones de euros, de un total de 240 mil millones (314 mil millones de dólares) que aprobó la Troika en 2010, para evitar que la nación helénica quedara en bancarrota.
El Gobierno ha dicho que los funcionarios señalados para el despido son aquellos sancionados por corrupción o incompetencia, los empujados a la jubilación voluntaria y las víctimas de supresión de puesto tras el cierre de decenas de organismos públicos.
La ley adoptada también prevé la extensión de un impuesto de propiedades aplicado en 2011, aunque reduciéndolo al 15 por ciento.
Igualmente, establece la apertura a la competencia de nuevas profesiones y facilidades de pago estrictas para que el Estado pueda recuperar miles de millones de euros de impagos de impuestos y cotizaciones sociales por parte de particulares o empresas endeudados.
Tras esta votación, ahora los miembros del Grupo de Trabajo del Eurogrupo tienen previsto reunirse este lunes para aprobar el pago atrasado de dos mil 800 millones de euros (tres mil 650 millones dólares).
En tanto, los partidos de oposición denunciaron una enmienda presentada "a ultimo minuto" por el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, que prevé una bajada del sueldo mínimo mensual de los 580 euros actuales (759 dólares) a 490 (641 dólares).
Mientras tanto, miles de personas se reunieron frente al Parlamento, en Atenas, para protestar contra las nuevas medidas de austeridad en una manifestación, convocada por sindicatos de los sectores privado y público.
Grecia borró en marzo de 2012 casi un tercio de su deuda soberana, más de mil millones de euros (mil 308 millones de dólares), generando importantes pérdidas a los acreedores privados, incluyendo bancos y cajas de pensiones, que poseían obligaciones griegas.
Tomando en cuenta la ayuda entregada por la Troika a los bancos griegos, que según los criterios de Eurostat debe figurar en las cuentas públicas, el país no ha logrado ningún avance el año pasado, con un déficit público a un 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Grecia ha estado en el epicentro de la crisis de deuda de la Eurozona y está experimentando su sexto año de recesión, mientras que las medidas de austeridad duras han dejado decenas de miles de personas sin empleo.
Muchos trabajadores griegos están actualmente en paro, los bancos están en una posición inestable, y las pensiones y los salarios se han reducido.
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