Ésta es una de las notas más leídas del Portal de Noticias Proceso. Pulso Ciudadano la retoma de la fuente original y la comparte con sus lectores.
En 1997, por acuerdo de México y Estados Unidos, el Ejército Mexicano se prestó a realizar un experimento que, a la postre, derivó en una de las etapas más sangrientas de la historia de México. Oficiales de las fuerzas castrenses fueron habilitados para actuar como policías federales en la lucha contra el narcotráfico. Al cabo de un tiempo, varios de ellos pasaron a formar parte del crimen organizado. Proceso solicitó a la Sedena acceso a los expedientes de los exmilitares en cuestión, pero se encontró con que esa dependencia los mantiene censurados.
La Secretaría de la Defensa Nacional decidió mantener en el secreto el caso de los numerosos soldados y oficiales del Ejército adscritos al combate al narcotráfico que se cambiaron de bando y exacerbaron la violencia criminal que ha azotado a México en los últimos años. Los expedientes de esos exmilitares están bajo reserva.