Esto, luego de que la Junta de Vigilancia y Supervisión de gobierno de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) determinó flexibilizar las reglas de Basilea III y amplió el plazo para cumplir con este requisito hasta el 2016, al tiempo que aumentó el monto mínimo de las emisiones.
Para los bancos, la medida representaba un costo extra de operación, lo que dejaba al sector con la dificultad de cumplir con el incremento de la capitalización y con la obligación de cotizar en la BMV.
En diciembre, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Jaime Ruíz Sacristán, manifestó el interés de los banqueros por eliminar de la regulación esta obligación y pidió a la autoridad que se analizarán otras opciones. “Consideramos que el sector bancario está sólido financieramente” y la medida le restaría solidez, dijo el representante de los banqueros.
Finalmente, ayer la Junta de Vigilancia y Supervisión de gobierno de la CNBV acordó dar un plazo de tres años para la aplicación de las reglas y un monto mínimo más alto que el establecido originalmente.
“Con base en los resultados obtenidos de los análisis realizados, se determinó un nuevo límite de 400 millones de UDIS para financiar las necesidades de capital de las instituciones de banca múltiple con base en obligaciones subordinadas (instrumentos de capital)”, estableció la CNBV.
Todo banco podrá emitir deuda subordinada hasta por cerca de 1,800 millones de pesos sin que se tenga que convertir en acciones, conocidos como CoCos, monto que se aplica para fondeo a corto plazo en los bancos.
La CNBV estableció: “Para asegurar la eficiencia de dicho límite, se determinó que éste fuera permanente, en congruencia con lo recomendado por el Comité de Basilea. Con esta modificación, las instituciones, a partir del 2016, podrán continuar reconociendo como parte de su capital regulatorio instrumentos de capital (emitidos a partir del 2013) hasta el monto mencionado, siempre que cumplan con los demás requisitos establecidos en las disposiciones”, esto implica cotizar en la Bolsa.
Con el aplazamiento de la aplicación de la normatividad, se termina un capítulo de desacuerdos entre los bancos y la autoridad, ya que, desde el anunció de la adopción de las reglas de Basilea III, en el 2011, se convirtió en un tema de debate entre los actores del sector.
“La aplicación de Basilea III estaba en negociación y la administración pasada se fue dejándonos las normas sin que supiéramos que se aplicarían hasta el último momento, por eso tuvimos que esperar a negociar con la nueva Presidencia en la CNBV y con el nuevo Secretario de Hacienda”, aseguró un directivo bancario consultado.
A nivel internacional, la petición de los bancos fue la misma hacia las autoridades de cada país, posponiendo su aplicación en Europa y Estados Unidos hasta el 2016.
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