En la imagen elementos de la policía ministerial que catearon un domicilio, donde detuvieron a dos narcomenudistas. (Foto: Archivo/Cuartoscuro) |
El narcomenudeo en la Ciudad de México es frecuente conformado por integrantes de una misma familia, la actividad ilícita pasó a ser una empresa familiar que busca afianzar el futuro de padres, hijos, primos y tíos a lo largo de generaciones, según estudios que publica este sábado el diario Reforma.
Un caso que ejemplifica una de los problemas del crimen organizado es el de Marcela García Torres y su hijo Francisco Cruz quienes tenían una tienda de abarrotes donde también vendían estupefacientes.
“Ese tipo de estructura”, explica Gabriel Regino, ex subsecretario de Seguridad Pública capitalina, “tiene la ventaja de que la confianza se da por sentada, además de que el reclutamiento se da de manera natural con los hijos, sobrinos, nietos”.
En el libro ”Los Perico: Un Ejemplo de cómo las Familias se Vinculan al Comercio de Drogas a Menudeo“, del académico Carlos Alberto Zamudio, explica el caso de una familia de Iztapalapa dedicada al narcomenudeo.
“La familia Perico es una red familiar compuesta por 7 núcleos, 6 de los cuales participan directa o indirectamente en el narcomenudeo. La familia la integran 26 parientes vivos divididos en 4 generaciones, son 13 jóvenes, 11 adultos, 2 niños y una adulta mayor, quien es la jefa de la empresa.”
“La cercanía facilitaba la comunicación y la posibilidad de que más parientes se asociaran. La complicidad en familias como la Perico es un ejemplo de las extensas redes familiares que funcionan como unidades económicas”, puntualiza el estudio, donde se muestran entrevistas a íntegrantes de la familia.
Documentos de la Procuraduría General de la Justicia del Distrito Federal plantean que la venta de droga se ha convertido en un negocio familiar, un fenómeno muy común.
(Con información de Reforma)
No hay comentarios:
Publicar un comentario