Puebla, Pue. La oposición de varias comunidades
campesinas a la construcción del gasoducto Morelos, para el caso de Puebla, se
ha mantenido firme, en aumento y con plena claridad de que la obra es un
peligro. Ante tal panorama, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recurrió
a medidas desesperadas y se ha puesto a difundir la mentira de que el Instituto
de Geofísica de la UNAM (Geofísica) y el Centro Nacional de Prevención de
Desastres (Cenapred) ya avalaron el proyecto, además de que se alteró el mapa
de riesgos del Popocatépetl, para aparentar que la red transportara de gas no
pasará por las áreas de mayor inseguridad del volcán.
Mediante un extenso folleto que la CFE está repartiendo en
varias comunidades de Puebla y Morelos –el cual está acompañado de fotos de ductos
y la Catedral de la Angelópolis iluminada– se presenta en mapa en la página 12
al que se le puso los logos de Geofísica y el Cenapred, y presenta una ruta en
la cual se aparenta que el gasoducto apenas roza el área de menor riesgo del
Popocatépetl.
¿Por qué se hizo esto? Porque hace algunos meses un grupo de
campesinos se organizaron para pedirle a un grupo de científicos su opinión del
proyecto. Estos quedaron de estudiar dicho asunto. Y ahora, la CFE quiere hacer
creer a la gente que expertos en la materia ya aceptaron que el gasoducto no
representa un peligro.
La CFE quiere aprovechar la coyuntura de que el proyecto
está siendo respaldado por los gobiernos de Rafael Moreno Valle Rosas, en
Puebla, y el de Graco Ramírez, en Morelos, y que el área de Protección Civil
del Poder Ejecutivo federal ha guardado silencio en el tema. Y que estas tres
instancias están actuando con negligencia al hacer a un lado el mapa real de
riesgos del volcán.
En realidad, la CFE alteró de manera deliberada y dolosa el
mapa en cuestión –correspondiente al flanco sur del volcán–, al quitar las
zonas de barracas de alto peligro, y alterar las áreas de riesgo, para que se
aparente que la tubería queda fuera de las zonas vetadas para este tipo de
instalaciones.
Al revés de lo que quiere difundir la paraestatal, a
principios de este año Geofísica y el Cenapred establecieron que 23 kilómetros
del gasoducto se pretende que queden dentro del área moderada de riesgo y 78
kilómetros en la de menor riesgo. Por lo cual manifestaron su desaprobación del
proyecto.
Se indicó en un estudio que a principios de 2012 se podía
consultar en la página de la Semarnat que en la zona donde se quiere que pase
el gasoducto existe la posibilidad de que ante una erupción de alta magnitud
corran flujos de lava y piroclásticos, además de la caída de material volcánico
y derrumbes.
Trascendió que tras la difusión del folleto de la CFE, un
grupo de científicos de la UNAM está preparando una severa protesta porque en
ningún momento Geofísica y el propio Cenapred han avalado el proyecto; y lo más
grave, porque se alteró el mapa, lo cual es un atentado contra la seguridad de
miles de familias que viven cerca del volcán.
El enojo de los científicos es grande, ya que no están
dispuestos a que los políticos los usen para mentir y sobre todo ahora, que la
opinión pública se ha visto sorprendida porque en Italia un grupo de sismólogos
han sido acusados de homicidio involuntario por minimizar los riesgos de un
sismo en la ciudad de L’Aquila, la cual fue arrasada por un movimiento
telúrico.
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