CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Las cifras no mienten: en seis años, el crecimiento y la estabilidad económica de México han sido incapaces de mejorar el nivel de vida de la mayoría de los mexicanos, afirman economistas.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cuarto trimestre de 2011, dejó en claro que la precarización del mercado laboral mexicano es un problema estructural.
"De no atenderse, serán más de 60 millones de personas pobres por ingreso al cierre de 2012", dice José Luis de la Cruz, catedrático del Tecnológico de Monterrey. De 2008 a 2010, este indicador pasó de 52.3 millones a 57.7 millones de habitantes, de acuerdo con Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Los datos muestran que el número de mexicanos ocupados en la economía informal asciende a casi 14 millones; de ellos, 4.2 millones pertenecen a la población ocupada que no recibe ingresos; 6.4 millones perciben cuando mucho un salario mínimo, y otros 10.8 millones ganan entre uno y dos salarios mínimos.
Este miércoles, al presentar avances de su sexenio, el Presidente Felipe Calderón afirmó que a pesar de la severidad de las crisis internacionales, la proporción de mexicanos en pobreza alimentaria, según el Censo, se redujo en 23%, entre el año 2000 y el año 2010.
"Por eso, categóricamente afirmo que mienten quienes afirman que ha crecido la pobreza en México en este periodo", dijo entonces el mandatario.
De acuerdo con el Coneval, tan solo de 2008 a 2010, la pobreza alimentaria pasó de 23.8 millones de personas a 28 millones, tras registrar en 2006 14.4 millones de mexicanos en el mismo rubro.
En opinión de De la Cruz, "quizá en estos momentos la agenda política presiona a que se hagan declaraciones en ese sentido, pero la estadística económica y financiera sí marca que el próximo Gobierno tendrá una agenda muy fuerte que atender" en materia de pobreza.
Esto en términos de garantizar alimentos, solucionar la precariedad, generar empleo bien remunerado y una agenda más compleja que va hacia desarrollo industrial, competitividad, productividad, renovación tecnológica.
La paradoja de mayor crecimiento y estabilidad
En términos de crecimiento económico las cifras son evidentes, agrega Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics, ya que en este sexenio es de 2% en promedio.
"En cuanto al bienestar social, si bien se han hecho esfuerzos por ayudar a la población, México tiene un rezago en progreso social y es evidente porque la generación de empleo está muy por debajo de lo que realmente necesita el mercado; eso se traduce en una limitación del ingreso familiar y en los niveles de consumo de la gran mayoría de los mexicanos", indica Coutiño.
Las épocas de crisis recurrentes han sido el principal factor de que los avances económicos y sociales se vuelvan a perder, subraya el economista de Moody's Analytics.
"El hecho de que el PIB mexicano haya caído más de 6% en 2009 hizo que desaparecieran las incipientes ganancias que se habían logrado en los años anteriores. El gran problema de México es que todavía no tenemos una economía con fundamentos importantes y con políticas que permitan generar un crecimiento más estable en el tiempo".
A pesar de que se ha registrado un aumento en el empleo, hay crecimiento económico y estabilidad, el 51.3% de la población mexicana enfrenta pobreza por ingresos, es decir, 57.7 millones de personas.
"Si hay creación de empleo, pero en condiciones precarias, esto es, con bajos salarios, bajas prestaciones sociales, sin acceso a seguridad, a sistema de salud, y eso implica que aún cuando hay gente que tiene ocupación, no le genera suficiente ingreso para poder salir de la pobreza", agrega De la Cruz.
Pero hay gente que no tiene trabajo y "eso hace pensar que habrá 60 millones de mexicanos en pobreza por ingreso a final de 2012, lo que implicaría que con respecto al inicio del sexenio habría 15 millones más de pobres que cuando comenzó la actual administración".
Desplome del poder adquisitivo
En cuanto al salario mínimo, en los dos últimos sexenios ha permanecido estancado, porque "se ha utilizado como un medio para contener a la inflación", indica el catedrático del Tec de Monterrey.
Regularmente, los aumentos salariales oscilan alrededor de 4% y cuando se ven inflaciones también de este nivel, el salario en términos reales permanece constante.
"El problema de fondo es que no se recupera la pérdida que se tuvo en los años previos. Ahora se tiene 23% del poder adquisitivo que se alcanzó en el pico más alto de mediados de los setentas".
Ese 23% implica que una persona que gana hoy el salario mínimo tendría que trabajar cuatro días adicionales para tener el poder adquisitivo de los setentas, dice De la Cruz.
"El 23% apenas es la cuarta parte de lo que representaba en términos reales de lo que alcanzaba a mediados de los años setentas. El crecimiento y la estabilidad económica no ha llegado a los salarios, y la estabilidad macro no se ha traducido en mayor bienestar porque en paralelo se necesita recuperar salarios".
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