El consejero electoral dijo que el IFE debe ser “escuchado y consultado” dado que podría tener un impacto muy importante en la organización de las elecciones.
El consejero electoral, Lorenzo Córdova, advirtió que aprobar una reforma político-electoral sin diseñar la forma en que se pondrían en práctica los cambios pondría en riesgo la certeza de los comicios. Además, una enmienda de gran calado, hecha sin esta previsión, generaría más problemas de los que pretende solucionar.
“El peor escenario es tener cambios radicales, con normas ambiguas que provoquen un amplio margen de interpretación y por ende de discrecionalidad en la autoridad electoral porque esto redunda en falta de certeza. Creo que la certeza es lo primero que tiene qué guiar los procesos de cambio constitucional”, señaló.
Esta semana, el PAN presentó una iniciativa de reforma en esta materia, que incluye la creación de un Instituto Nacional de Elecciones, para organizar todos los comicios del país, tanto a nivel local como federal. Ideas similares están incluidas en la lista de prioridades del Pacto por México, negociación política entre partidos y funcionarios federales, cuyo objetivo es elaborar proyectos de un centenar de reformas legales.
No obstante, el consejero Córdova subrayó que los procesos electorales están integrados por pasos milimétricamente eslabonados a realizarse en tiempos establecidos claramente en la ley, por lo que el margen de improvisación es mínimo. Esta es la ruta que debiera seguirse en materia de cambios importantes en materia electoral, opinó.
Dijo que sería pertinente que el IFE sea “escuchado y consultado” respecto de las implicaciones técnicas de propuestas de cambios a la Constitución y a las normas electorales porque se han delineado modificaciones que podrían tener un impacto, desde el punto de vista técnico y organizativo de las elecciones, muy importante.
“El peor escenario que podríamos enfrentar como sociedad, de cara a una futura reforma electoral, es que modificaciones de gran calado sean hechas sin ponderar, sin evaluar y sin resolver implicaciones técnico-operativas puntuales. De asumir una lógica de 'cambiar la Constitución y luego vemos cómo traducimos estas modificaciones en términos de operatividad' podría llevarnos a un escenario sumamente complejo”, sostuvo.
Recordó que en breve, el IFE presentará al Congreso los llamados “libros blancos” que incluyen conclusiones de la aplicación de la reforma electoral 2007-2012; la experiencia de la organización de comicios de ese bienio a la fecha, así como de las “áreas de oportunidad”, es decir, alternativas para mejorar las atribuciones del árbitro electoral.
No hay, sin embargo, un contacto formal con el Pacto por México, aunque en la más reciente sesión del Consejo General, la representación del PAN del Poder Legislativo se comprometió a fortalecer esta comunicación entre los partidos políticos y los organismos electorales para analizar los cambios. Este acercamiento no ha ocurrido hasta ahora.
“Todavía, hasta donde tengo entendido, no hay contacto, espero que pronto pueda formalizarse la colaboración institucional para que el propio instituto pueda generar todos los insumos necesarios, operativos, para que la eventual reforma sea hecha para resolver problemas y no para que eventualmente genere problemas”, expresó en conferencia de prensa, convocada para dar los resultados de la revisión al padrón electoral.
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