MÉXICO, D.F. (apro).- La firma de seguridad estadunidense Stratfor asegura que México vive una realidad muy distinta desde el año 2000, cuando el PRI perdió la elección presidencial, luego de 70 años de permanecer en el poder, por lo que sería imposible que el presidente Enrique Peña Nieto llegara a cualquier acuerdo con los cárteles del narcotráfico.
Lo esencial para el gobierno mexicano en este momento, apunta, es lograr que la violencia originada por el crimen organizado y los cárteles de la droga se vuelva un problema de seguridad pública y que deje de ser un asunto de seguridad nacional.
De acuerdo con un análisis de la firma estadunidense, en muchos niveles el gobierno pretende seguir el modelo del gobierno de Colombia, que nunca pudo parar el tráfico de drogas en su territorio, pero logró detener el poder de los cárteles de Medellín y Cali.
La estrategia de Peña Nieto en cuanto al combate a la delincuencia organizada, subraya, ha sido un tema muy discutido incluso antes de que fuera electo como presidente.
La idea de que el presidente de México buscaría negociar con los cárteles para bajar los índices de violencia fue un rumor recurrente, añade, “dado el acuerdo que había existido por muchos años entre los miembros del PRI y algunos narcotraficantes durante los años que este partido gobernó”.
Sin embargo, “México vive una realidad muy distinta desde el año 2000, lo que haría imposible a Peña Nieto llegar a cualquier acuerdo con los cárteles, aun cuando lo intentara”.
Aun así, sostiene, el rumor acerca de la búsqueda de un acuerdo entre su gobierno y Joaquín El Chapo Guzmán, por ejemplo, sigue vigente.
Según el documento, en Estados Unidos persiste una confusión acerca de la estrategia de seguridad que sigue Peña Nieto, aunque ello no significa que la cooperación entre ambos países vaya a cambiar drásticamente.
El análisis también destaca el repunte de la economía mexicana, y sugiere que “estaría aún mejor si los potenciales inversionistas no estuvieran preocupados por la violencia de los cárteles y los índices de criminalidad, y si estos no tuvieran tanto impacto en los negocios que operan en México”.
Añade:
“Debido a esto, la administración de Peña Nieto considera que es crítico reducir los niveles de violencia en el país. En esencia quiere transformar el asunto de los cárteles en un problema de seguridad pública controlado por el secretario de gobernación (Miguel Ángel Osorio Chong) y por la policía federal, más que como un problema de seguridad nacional coordinado por el ejército o el Cisen (Centro de Investigación y Seguridad Nacional)”.
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