MONTERREY, N.L. (proceso.com.mx).- El próximo rescate de los restos de los mineros de Pasta de Conchos evidenciará si Grupo México los dejó morir estando aún vivos y su grado de responsabilidad en la tragedia, aseguró hoy Raúl Vera López, obispo de Saltillo.
“Hay una situación que hasta ahora no se ha aclarado en el caso de la Mina Pasta de Conchos, que es el grado de responsabilidad que tiene la empresa del Grupo México en la muerte de los mineros”, dijo a apro el obispo.
Mencionó que “los muertos van hablar” ya que sus restos podría evidenciar que la empresa los dejó morir vivos. “Se tiene que vigilar y tener mucho cuidado de que no se muevan las evidencias. Exigimos desde ahora, que todo lo que evidencie el rescate, se les pida cuentas a los responsables”, enfatizó Vera López.
El obispo fue entrevistado al término de una conferencia magistral que ofreció a los alumnos de la Preparatoria Emilia Zapata, por el segundo año de su fundación.
Comentó que ahora que se impulsa el rescate se tiene que tener un gran cuidado de que no vayan a modificar y arreglar las cosas.
Aseguró que si los mineros murieron por la explosión en la mina, sus cuerpos tienen que estar en los frentes donde se sacaba el carbón. Sin embargo, “si se encuentran los restos todos juntos en una zona determinada evidenciará que los dejaron morir”, aseguró Raúl Vera.
“A nadie se ha consignado por los cientos de mineros muertos en la región carbonífera, y más en el caso de Minera México que tenía a sus obreros en condiciones desastrosas”, concluyó el obispo.
En días pasados Ricardo García Cervantes, subprocurador de Derechos Humanos de la Procuraduría General de la República (PGR), anunció que el gobierno federal rescatará los 63 cadáveres de los mineros que permanecen sepultados en la mina Pasta de Conchos.
Garcías Cervantes contó que la PGR integró un equipo interdisciplinario junto con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para emprender su recuperación. Estimó que el rescate podría costar “varios millones de dólares” y podría durar entre seis y doce meses.
La madrugada del 19 de enero de 2006 una explosión por presunta acumulación de gas metano en la mina provocó que 65 mineros quedaran atrapados en su interior.
Durante varias semanas se realizaron trabajos para rescatar a los mineros, ya que existían evidencias de que podrían estar atrapados en una zona.
Sin embargo, sólo dos cadáveres fueron recuperados antes de que Grupo México, propiedad de Germán Larrea, suspendieran definitivamente la recuperación de los restos.
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