La red social Facebook fue creada para que la gente se comunicara y expresara opiniones libremente, pero en los últimos años se han multiplicado los casos en lo que los usuarios acaban en la cárcel por sus comentarios.
Justin Carter, de Texas, fue detenido en febrero por haber escrito un comentario sarcástico: "Voy a disparar en una escuela llena de niños y me comeré sus corazones mientras todavía estén palpitando". El joven de 19 años, que ingresó en prisión, podría haber pasado ocho años en reclusión por "amenazas terroristas", pero el juez declaró que podía salir en libertad si pagaba una fianza de 500.000 dólares.
Matthew Woods, del Reino Unido, fue condenado a tres meses de cárcel después de haber hecho numerosos comentarios inapropiados acerca de dos niñas desaparecidas, April Jones, de 5 años, y Madeleine McCann, de 4. "Me desperté esta mañana en una caravana con dos hermosas niñas", fue uno de los comentarios que escribió Woods, de 19 años.
Jordan Blackshaw, de 20 años, y Perry Sutcliffe-Keenan, de 22, intentaron organizar una revuelta en Inglaterra a través de Facebook y fueron condenados a cuatro años de prisión. Blackshaw creó un evento en Facebook para "arrasar la ciudad de Northwich". Sutcliffe-Keenan creó en la red social una página para organizar disturbios.
Paula Asher, de 18 años, fue enviada a la cárcel después de bromear en Facebook sobre un accidente que tuvo al chocar su coche con un vehículo en el que viajaban cuatro adolescentes. Sus padres leyeron el mensaje y solicitaron a un juez que prohibiera a la joven usar Facebook. El juez dictó una sentencia que impedía a Asher usar la red social, pero cuando esta se negó a acatarla fue condenada a dos días de prisión. A continuación, tuvo que regresar al juzgado para enfrentarse a cargos más serios.
Cameron D'Ambrosio, de 18 años, publicó sus versos rap en Facebook y fue detenido por "amenaza terrorista". El juez decidió que el joven no era culpable.
Muhammad Amin Ruhul Khandaker, de Bangladés, fue condenado a seis meses de cárcel por publicar comentarios jocosos afirmando que desearía que el primer ministro de su país muriera en un accidente de tráfico.
David Voelkert recibió una solicitud de amistad de una persona que aparentemente era una adolescente atractiva, pero reconoció a su exmujer detrás del perfil falso. El hombre preparó una declaración jurada ante notario que rezaba: "Estoy mintiendo a esta persona para obtener una prueba fehaciente de que se trata de mi exesposa que intenta volver conmigo". Voelkert dijo a la 'adolescente' que había colocado un dispositivo GPS en el coche de su exmujer para encontrarla y matarla. El hombre fue detenido, pero posteriormente, tras conocerse la declaración jurada, fue puesto en libertad.
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