El Ejército sirio abatió a varios cabecillas saudíes del grupo terrorista ‘Frente al-Nusra’, vinculado a Al-Qaeda, en la ciudad noroccidental de Alepo.
En las operaciones de limpieza, en las afueras de Alepo, las fuerzas del orden acabaron con la vida de un número de terroristas de nacionalidad saudí, informó el viernes cadena iraní de noticias en árabe Al-Alam.
Asimismo, arrestaron a varios integrantes del grupo Al-Nusra que hicieron estallar, hace dos días, artefactos explosivos en una carretera siria, y causaron la muerte de varios civiles.
Arabia Saudí ha desempeñado un papel fundamental en el derramamiento de sangre del pueblo sirio, ya que no solo ha brindado apoyo financiero y armamentístico a los grupos opositores armados sino que ha desplegado un número de sus ciudadanos como soldados y comandantes de las bandas armadas.
De acuerdo con las fuentes diplomáticas occidentales, más de 4 mil jóvenes de Arabia Saudí, luchan actualmente junto a los hombres armados en Siria contra el Gobierno popular del presidente Bashar al-Asad.
Según la noticia dada a conocer el pasado mes de mayo por los medios de comunicación, algunas corrientes radicales saudíes, en particular los grupos vinculados a la corriente ‘Sarwari’, (enraizado en los pensamientos de Ahmad Sarwar, jeque radical sirio), se están esforzando indirectamente para el envío de jóvenes a Siria.
Pero esta artimaña de Arabia Saudí no se limita a engañar a los jóvenes saudíes para que se sumen a las fuerzas terroristas, sino que sigue con sus políticas intervencionistas en los países extranjeros. Ejemplo de ello es reclutar a yemeníes para internarse más en Siria, según el presidente de la organización yemení de Defensa de los Derechos Públicos y la Libertad, Ali al-Dailami.
Desde hace casi 2 años, Arabia Saudí y Catar, junto a sus aliados occidentales, encabezados por Estados Unidos, dando falsas promesas a miles de personas las enviaron a Siria para combatir con grupos armados en contra del Gobierno sirio.
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