“Niño sicario” cumple condena, sale libre y vuelve a matar

12 de Enero del 2013
Nota publicada en Proceso por la Redacción

 

Iván Adrián Pizaña. 
Foto: David Deloarte. 

MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Luego de cumplir una condena de cinco años por homicidio, Iván Adrián Pizaña El Ivancito, quedó en libertad en noviembre pasado. Su historial delictivo incluye el asesinato de al menos seis personas.

Cuando fue detenido en 2007 tenía 17 años y confesó haber ejecutado a 20. Sin embargo, por los homicidios, robo a transeúnte y privación ilegal de la libertad se le impuso la sentencia mínima de cinco años. Cumplió la condena en la Comunidad para Adolescentes en Conflicto.

El 14 de noviembre pasado, Iván, ahora de 22 años, salió libre y aparentemente su intención era comenzar una nueva vida y gastar el dinero que según él tenía guardado.

Pero a pocos días de gozar la libertad, El Ivancito delinquió nuevamente y asesinó a Francisco Javier Ángeles Gutiérrez, de 21 años, de cuatro balazos en la cabeza por el simple motivo que no le gustó la forma en que lo miró. El homicidio ocurrió el 26 de diciembre pasado en Iztapalapa.

Además, según las autoridades, cometió asaltos en unidades de transporte público y asaltos con violencia a camiones de carga.

Pizaña fue detenido el jueves pasado a las 22:30 horas por elementos de la Policía de Investigación en la unidad habitacional Ermita Zaragoza en Iztapalapa y está considerado como un delincuente de alta peligrosidad.

El subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Edmundo Garrido, dijo que El Ivancito fue denunciado ante la Procuraduría capitalina y se inició una averiguación previa por causar lesiones a un vecino.

Agregó que Pizaña intimidó a la familia del afectado para que retiraran la denuncia.

Iván Adrián será consignado ante un juzgado del Reclusorio Sur, acusado de homicidio, y se expondrá su comportamiento violento, detalló el funcionario.

Pizaña es delgado, apenas supera el 1.60 metros de estatura y ante las cámaras se muestra nervioso, baja la cabeza y cierra los ojos.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/?p=330395