De enero de 2011 a agosto de 2012, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) documentó 16 casos de abuso escolar o bullyng en los que se vieron involucrados 34 menores de cuatro a10 años de edad y la mayoría de las víctimas –54.1%– fueron niñas.
Ante esa situación, el organismo defensor de los derechos humanos elaboró un políptico llamado “Violencia escolar” en el que explica las diferentes modalidades de violencia, que puede ser física, sexual o emocional, y qué hacer para atenderla.
De acuerdo con los datos recabados por la CDHDF, en el 57.4% de los casos se violó el derecho de los niños a la protección de su integridad física o psicológica. En otro 14.29% de los casos se violó el derecho de los menores a una vida libre de violencia, es decir, que no se les prestó auxilio cuando fueron víctimas de violencia en los centros escolares.
Las autoridades señaladas por la CDHDF como probables responsables de no atender los casos registrados son: la Secretaría de Desarrollo Social (23.5%), seguida de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), con 17.6%; y la Jefatura Delegacional en Coyoacán con 11.8%.
Según el análisis realizado por el organismo sobre las quejas recibidas, las niñas y niños de educación preescolar son más vulnerables a sufrir agresiones por parte de maestras y maestros.
También destaca la falta de apoyo frente al maltrato escolar o bullying ejercido entre niñas, niños y adolescentes, quienes al acudir con educadores o directivos en sus escuelas son ignorados o minimizan su problema.
En su políptico, la CDHDF define las distintas modalidades de violencia que pueden ir desde burlas, humillaciones, castigos y amenazas, hasta agresiones a la integridad física, manifestada con golpes, castigos físicos, uso excesivo de la fuerza, entre otras.
Define como maltrato físico: , cuando una persona practica o sufre actitudes como pellizcar, rasguñar, aventar, empujar, jalonear, sacudir, dar nalgadas o bofetadas, arrojar objetos para lastimar –gis, borrador, regla-, golpear con el puño cerrado, patear, morder o usar cuerdas, cables, cinturones o palos para lastimar.
El maltrato sexual, agrega, puede presentarse sin contacto físico con la víctima, a través de comentarios de naturaleza sexual, exhibicionismo, masturbación o exposición a material pornográfico; o bien con contactos físicos como la penetración en cualquier parte del cuerpo con objetos y el intercambio sexual, aun con el consentimiento de la víctima, pues no es necesario que se produzca daño físico para que exista este tipo de abuso.
El maltrato emocional se presenta también en el entorno escolar a través del rechazo, exclusión o aislamiento, aterrorizar y la negligencia o el abandono, señala el políptico.
El documento advierte también que el maltrato en la escuela se puede ocultar bajo el pretexto de disciplinar, educar, ordenar o formar a las niñas, niños y jóvenes.
Refiere que el maltrato tiene efectos negativos en el desarrollo físico, emocional y social de las personas que lo sufren y que éstos pueden ser evidentes o no “pero indudablemente esos hechos marcan sus vidas”.
Respecto de la forma de atender el problema, la CDHDF recomienda que se eviten las situaciones de maltrato, detener las que ya existen, para impedir que el daño crezca, y atender el problema.
Según el organismo, las situaciones de maltrato se evitan organizando grupos de madres, padres, profesores, alumnas y alumnos que participen en cursos y talleres de sensibilización sobre maltrato, promoviendo el buen trato y la convivencia pacífica en la comunidad escolar.
También, añade, concientizando a profesores en la trasmisión de conocimientos que fomenten el respeto, la igualdad, la escucha, y la participación sin restringir la opinión de los estudiantes.
Para detener una situación de maltrato primero se debe detectar a las víctimas de maltrato, ubicar a los generadores de violencia, impedir la situación y denunciarla para evitar que los maltratadores repitan su conducta con otras personas.
La CDHDF realizó un tiraje de 45 mil ejemplares de su políptico, que está a disposición de la ciudadanía en la sede del organismo, ubicada en Avenida Universidad 1449, colonia Florida Pueblo de Axotla, a un costado de la estación del Metro Viveros-Derechos Humanos, de la Línea 3.
Además, atiende quejas y denuncias relacionadas con violencia escolar a través del correo electrónico quejas@cdhdf.org.mx y vía telefónica en el 5229 5600.
No hay comentarios:
Publicar un comentario