El exhibicionismo religioso de políticos en México, cuyo ejemplo más reciente es el de Margarita Arellanes, alcaldesa de Monterrey, transgrede la Constitución, pero implica además una inmunda coartada: Como es todo voluntad de Dios, ineptitud y corrupción incluidas, todo también debe ser perdonado.
En el discurso religioso —que manipula la fe de los mexicanos— anida una trama para la impunidad.
Por eso no es fortuito que los más recientes escándalos de corrupción estén asociados a fervorosos creyentes: Desde Andrés Granier a Emilio González Márquez, de Enrique Peña Nieto a Felipe Calderón, de César Duarte a César Nava…
El priista Granier es un ejemplo de esta conducta hipócrita: en Tabasco solía hacer, cada año, una misa y un rosario en honor de la virgen de Guadalupe, con multitud de invitados, en la Quinta Grijalva, la residencia del gobernador.
La esposa de Granier, María Teresa Calles, confesó que toda su familia rezaba a diario el rosario y jamás habían dejado de honrar a la Guadalupana el 12 de diciembre, un alarde de fervor religioso sin precedente en gobernantes de Tabasco.
“Para nosotros la Virgen es nuestra madre y por eso la veneramos de toda la vida y lo seguiremos haciendo mientras tengamos vida, así como también lo haremos con el nacimiento de Cristo el próximo 24 de diciembre”, dijo la señora tras la primera festividad con su marido como gobernador, en diciembre de 2007, mientras miles de tabasqueños padecían inundaciones.
Mientras rezaba, la muy católica familia Granier —hijos incluidos— se dedicó a saquear Tabasco.
Apenas el viernes 7 fue detenido Rodolfo Ocampo Velázquez, exdirector del Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA) de Jalisco, por irregularidades en el manejo de mil 200 millones de pesos destinados a dotar de agua potable a colonias populares.
Ocampo es amigo íntimo del exgobernador González Márquez, el mismo que hacía ostentación grosera de su catolicismo y quien le mentó la madre a quienes criticaron que regalara dinero público al clero, a tal punto que nombró como gerente de Saneamiento de SIAPA a Samuel Márquez, hermano de éste.
En el escándalo de Ocampo están involucrados miembros del consejo de administración de SIAPA, entre ellos los alcaldes panistas Alfonso Petersen, Hernán Cortés, Juan Sánchez Aldana y Jorge Vizcarra, así como el extitular de la Comisión Estatal del Agua, César Coll.
Siendo alcalde, Vizcarra se dio a la fuga y luego estuvo encarcelado por el homicidio de su compadre, mientras que Coll Carabias, prominente miembro de El Yunque, fue alcalde de Guadalajara —cuando prohibió a empleadas usar minifalda— y funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Canagua) con Vicente Fox.
La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes Cervantes, quien entregó la capital de Nuevo León a Jesucristo, es otro ejemplo no sólo de atribuirle a Dios lo que pasa en la comarca que gobierna, sino de súbito enriquecimiento.
Allegada a Juan José Rojas Cardona El zar de los casinos, patrocinador también del Grupo San Nicolás —el grupo panista hegemónico en Nuevo León, que suele celebrar ritos fascistas—, Arellanes no tenía mayor fortuna hasta 2006, cuando se le hizo delegada de Sedesol en Nuevo León, mientras que su hermana, Fanny, quien es gran amiga de César Nava, lo fue de la Secretaría del Trabajo.
De la nada, Margarita Arellanes de pronto exhibió su riqueza: ocho propiedades valuadas en varios millones de pesos, entre ellas una residencia en Woodlands, un exclusivo suburbio localizado a las afueras de Houston, Texas, donde viven millonarios mexicanos.
Conforme a la información que publicó Arturo Rodríguez en Proceso, en julio del año pasado, la casita de Arellanes en Houston tiene cuatro recámaras, cuarto de juegos, estudio, desayunador, comedor, una enorme cocina, dos salas de estar con chimenea, balcones y terrazas pletóricas de madera y mármol, así como un jacuzzi individual en el baño y otro para varias personas en el jardín, junto a la alberca. Desde ahí se puede observar uno de los lagos privados del fraccionamiento, pues la casa está situada en la rivera y cuenta con un pequeño muelle.
Pero si la panista Arellanes entregó el municipio de Monterrey a dios, en un acto público multitudinario, el priista César Duarte entregó completo el estado de Chihuahua ante más de 10 mil personas y en presencia de representantes de los tres poderes del estado y de jerarcas católicos.
Fue el 20 de abril cuando Duarte pidió perdón por los problemas que es su obligación resolver y enseguida pronunció una pieza del más burdo atentado contra el Estado laico:
“Yo, César Duarte Jáquez, por este medio me consagro a mí mismo, a mi familia, a mi servicio público en la sociedad, pido al Sagrado Corazón de Jesús que escuche y acepte mi consagración, que me ayude a la intercesión del Inmaculado Corazón de María, le entrego a Dios y a su divina voluntad todo lo que somos, todo lo que tenemos en el estado de Chihuahua… Le pido a Dios que nos ayude a cambiar todo lo que no sea de él, yo César Duarte declaro mi voluntad delante de Dios, delante de los señores obispos y de mi pueblo, amén”.
Una semana antes, el sábado 13 de abril, el pío Duarte celebró su cumpleaños con una fiesta a todo lujo en la casa de gobierno y con la contratación multimillonaria de Juan Gabriel, Francisco Céspedes, Alicia Villarreal, Pablo Montero y Yuriria.
Y para rematar, en una visita que hizo a Aguascalientes para clausurar la Feria de San Marcos, el gobernador de Aguascalientes, Carlos Lozano de la Torre, le regaló un caballo cuarto de milla que vale 100 mil dólares.
Como servidor público, Duarte no puede recibir regalos que valgan más de 623 pesos, pero eso no importa: Él, como otros políticos que encubren la corrupción con lenguaje religioso, han pretendido hacer de dios un alcahuete…
Apuntes
Este sábado 8 de junio se cumplieron 10 años de que Proceso publicó, en su portada, una reseña de mi libro El Yunque, la ultraderecha en el poder, firmada por Alejandro Caballero, y días después comenzó a circular en las librerías de todo el país. Expreso mi gratitud a todas las personas que, en un concierto de generosidades, le dieron impulso a mi primera obra…
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