Miles de búlgaros volvieron a tomar este martes las calles del centro de Sofía para pedir la renuncia del gobierno que asumió apenas tres semanas atrás y que ya enfrenta una masiva protesta desde hace cinco días.
Según anunció la policía búlgara, nueve personas fueron detenidas en una manifestación frente a la sede del gobierno, acusadas de provocar a los uniformados que vigilaban de cerca la marcha.
La protesta demostró que el repudio contra el nuevo gobierno sigue muy vigente. Las movilizaciones contra el gobierno de Plamen Oresharski comenzaron el viernes pasado.
Ese día el Parlamento del país europeo aprobó la designación del controvertido empresario y diputado Delyan Peevski, de 32 años, como nuevo jefe de los servicios secretos del país.
La renuncia al día siguiente de Peevski, cuya familia controla importantes medios de comunicación en el país, no calmó los ánimos de los manifestantes, que continuaron acusando al gobierno de no tener en cuenta el interés general y favorecer a los oligarcas.
El repudio popular se destapó apenas tres semanas después de la asunción del nuevo gobierno búlgaro, luego de unas elecciones anticipadas convocadas como consecuencia de la dimisión en bloque del anterior gabinete en febrero pasado.
El anterior gobierno búlgaro había renunciado acosado también por una ola de protestas contra la difícil situación económica del país fruto de las políticas capitalistas impuestas.
Tres días después de la renuncia del empresario Peevski, los manifestantes realizaron la mayor movilización de la semana, inundando las calles del centro de Sofía con más de 50.000 personas que demandaban al unísono la renuncia del nuevo gobierno.
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