WASHINGTON (apro) – Comprometido con los votantes hispanos que los ayudaron a ganar la reelección en los comicios del pasado 6 de noviembre, el presidente Barack Obama se comprometió a presentar “muy pronto” al Congreso federal un proyecto de legislación para reformar las leyes de inmigración.
“Mi expectativa es que muy pronto, después de la inauguración de mi segundo período presidencial, se presentará en el Congreso un proyecto de ley”, declaró Obama, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, la primera desde que aseguró un segundo mandato en el Poder Ejecutivo.
“Es más, creo que ya iniciaron algunas conversaciones entre senadores y representantes con mi equipo de asesores, sobre qué debe contener este proyecto de ley”, matizó Obama.
Consciente de que su victoria electoral ante el republicano Mitt Romney se dio en parte gracias al voto de la comunidad hispana, Obama se declaró, ahora sí, comprometido a patrocinar un proyecto de ley para resolver el estatus de residencia de mas de 10 millones de inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos.
“Están comenzando a ver un sentido de poder y participación cívica –de los votantes hispanos–, que, creo, será poderosa y buena para el país, y es por eso que me siento muy confiado que podemos lograr la reforma migratoria”, dijo el presidente de Estados Unidos.
Hace cuatro años, cuando ganó por primera vez la Casa Blanca, Obama prometió a los votantes hispanos que durante los primeros seis meses de su gobierno, presentaría al Capitolio una reforma integral a las leyes de inmigración, humana, justa. Además, ofreció que dejaría de tratar como criminales a los inmigrantes indocumentados, pero nunca cumplió su palabra.
Ahora, consumado su triunfo, con el apoyo de los votantes hispanos, Obama retomó el ofrecimiento y, aunque marco un plazo para presentar su proyecto de reforma migratoria, sostuvo que los tiempos políticos que habrá después del 20 de enero de 2013, cuando rinda nuevamente juramento como presidente del país, se darán los tiempos políticos adecuados para materializar el plan.
“Necesitamos aprovechar el momento”, enfatizó el mandatario, quien, en términos generales, adelantó que su proyecto de legislación será muy similar a las versiones que en los últimos cuatro años se han debatido en el Congreso federal, pero que debido a la oposición de los legisladores republicanos no se aprobaron.
“Debe incluir un programa diseñado a garantizar la seguridad en la frontera, la aplicación de penalidades serias a las empresas que de manera premeditada contratan a trabajadores indocumentados y sacan ventaja de ellos”, subrayó el presidente Obama.
Al igual que hizo durante su primer mandato presidencial que está a punto de terminar, Obama destacó que la reforma migratoria debe ser el mecanismo para regularizar el estatus de los inmigrantes indocumentados, pero sólo de quienes no tengan antecedentes penales y que están en la Unión Americana por necesidades económicas y laborales.
“Para ellos será importante que paguen adeudos tributarios, que hablen inglés y que potencialmente paguen una multa (por entrar como indocumentados al país), pero proporcionándoles el camino para que pueden resolver el problema de su estatus en este país”, añadió el presidente Obama.
En la conferencia de prensa, el mandatario señaló específicamente que el sector agrícola de los Estados Unidos será uno de los mayores beneficiados con una reforma migratoria amplia, aunque, en términos generales, manifestó que con los cambios que se vaticinan se beneficiarán todos los inmigrantes indocumentados que cumplan con todos los requisitos que se les impondrán.
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