En la jornada violenta más cruda vivida en el estado durante este año, nueve personas fueron ejecutadas en diversos hechos registrados en los municipios de Durango, Gómez Palacio, Lerdo y Tlahualilo. Entre los occisos se encuentran cinco choferes de transporte público, quienes fueron masacrados por un solo sicario.
El incidente con la mayor cantidad de víctimas se registró en el poblado de San Carlos, del municipio de Lerdo. Ahí, cinco hombres murieron asesinados por los disparos de un solo homicida, cuyo paradero es desconocido.
De acuerdo con información de la Fiscalía General del Estado (FGE), cinco hombres que trabajaban como choferes estaban agrupados en una base de taxis ubicada junto a la plaza principal cuando un sujeto que llegó a bordo de un Tsuru gris comenzó a dispararles con un arma larga. Todos murieron en el sitio.
Las víctimas fueron identificadas como Jaime Sandoval Rubio, de 27 años; Omar Hernández Torres, de 36; Braulio Salazar Marroquín y José Guadalupe Moreno Villa, de 44, así como Celestino Simental Pichardo, de 49 años. El agresor huyó y no ha sido capturado.
En otro incidente, dos hombres fueron acribillados en la colonia Francisco Zarco de Gómez Palacio. Sujetos armados llegaron hasta un domicilio localizado en la esquina de Independencia y Primo de Verdad, y los asesinaron a balazos.
Se informó que la identidad de las víctimas ya fue confirmada: Jesús Rivera Rangel, de 46 años, y Rubén Güereca Gaytán, de 48. También fallecieron en el acto.
Un tercer hecho se confirmó en el también municipio lagunero de Tlahualilo: un hombre identificado como José Guadalupe Álvarez Chávez, de 33 años, originario de Sayula, Jalisco, fue encontrado muerto en una zona rural cercana al poblado Pompeya.
El cadáver, según informó el Servicio Médico Forense, tenía heridas provocadas por arma blanca en la espalda, rostro y brazos; sus agresores tampoco han sido identificados.
Y más temprano, pero en la ciudad de Durango, autoridades confirmaron el hallazgo de un hombre de entre 30 y 35 años que murió estrangulado; su cadáver estaba a unos metros de la carretera federal que une a Durango con Fresnillo, Zacatecas.
El parte ministerial indica que el cuerpo estaba recargado junto a un poste de energía eléctrica, cerca del puente Dalila. El fallecido, todavía no identificado, tenía cabello negro, tez morena clara y complexión robusta.
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