El gobierno británico defendió este lunes la campaña oficial contra los inmigrantes en situación irregular que lleva la consigna “vete a casa o enfrenta un arresto”, pese a las críticas de representantes de todo el arco político.
Desde la semana pasada, varias camionetas recorren distintos barrios de Londres con una publicidad que señala la cantidad de arrestos realizados contra indocumentados en la zona, e invita a llamar a un número para ser deportado “sin miedo a ser detenido”.
“Vete a casa o enfrenta un arresto”, es el mensaje principal de la campaña impulsada por el Ministerio del Interior británico, que también incluye el reparto de volantes y la publicación de avisos en diarios.
Un portavoz del primer ministro, David Cameron, celebró que la iniciativa “está generando gran interés”.
“Es una campaña focalizada y está funcionando”, agregó, aunque explicó que todavía es temprano para brindar cifras sobre sus efectos.
Representantes de partidos de izquierda salieron a criticar el plan del gobierno británico.
El ministro de Negocios, Vince Cable, una de las figuras más relevantes de los liberales demócratas, explicó ayer que la campaña “es estúpida y ofensiva”.
“Se diseñó para crear en la población británica una sensación de miedo, que tenemos un gran problema con la inmigración ilegal”, señaló el funcionario.
Incluso Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia, que aboga por frenar la inmigración y cortar las relaciones con la Unión Europea (UE), dijo que el “tono de los carteles es repugnante, desagradable y de un estilo Gran Hermano”.
El ideólogo de la campaña fue el secretario de Inmigración, Mark Harper, quien admitió que el objetivo “es hacer más difícil a las personas el vivir y trabajar ilegalmente en el Reino Unido”.
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