Las masivas movilizaciones campesinas han obligado al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a tener que crear una mesa de negociación para atender las demandas del sector agropecuario, que se encuentra en huelga desde hace ocho días.
Santos hizo el anuncio este martes por la noche en la ciudad de Tunja, en el departamento de Boyacá, el más afectado por las protestas, adonde se trasladó para reunirse con las autoridades locales y con representantes de los campesinos.
“He dado las instrucciones para que se acepte la propuesta de los campesinos de Boyacá para que se reúnan en una mesa representantes de Boyacá, de Cundinamarca y de Nariño con los ministros respectivos”, dijo el mandatario.
Según el jefe de Estado, en la mesa de negociación se pretende “ver cómo podemos solucionar en la forma más rápida posible y en la mejor forma posible” la huelga que en estos ocho días ha dejado cuantiosas pérdidas económicas por el bloqueo de carreteras.
La huelga fue convocada por un sector de los caficultores pero ha tenido mayor repercusión entre los productores de papa, leche, tomate y hortalizas de Boyacá, que alegan ser víctimas de las importaciones de alimentos, del alto costo de los combustibles y fertilizantes y de la falta de apoyo estatal.
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