El proceso contra el joven soldado estadounidense Bradley Manning comenzó este lunes de mañana ante una corte marcial en una base militar de Fort Meade, cerca de Washington, donde es juzgado por una de las filtraciones de documentos clasificados más importantes de la historia de Estados Unidos.
Delgado y de rostro adolescente, el joven de 25 años comenzó a comparecer hacia las 09H45 (13H45 GMT) ante la jueza militar Denise Lind.
Desde el comienzo mismo, Manning confirmó que aceptaba 10 de las 22 acusaciones en su contra. Sentado al lado de su abogado, David Coombs, se limitó a responder "Sí, señora" a la jueza cuando ésta le preguntó si quería "mantener su declaración de culpabilidad".
Pero a pesar de declararse parcialmente culpable, corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua si la jueza decide que es culpable de haber ayudado a un enemigo de Estados Unidos.
Tras un año y medio de audiencias preliminares, numerosos medios estadounidenses y extranjeros tuvieron que esperar más de dos horas y someterse a estrictos controles de seguridad para ingresar a la audiencia.
Los debates, calificados por la Red de Apoyo al acusado de "proceso del siglo", también atrajeron a una treintena de manifestantes, alineados bajo la lluvia ante la base militar situada en el Estado de Maryland (este) con pancartas que decían "Bradley Manning, héroe" y "¡Liberen a Bradley!".
El exsoldado de primera clase --el grado más bajo del Ejército estadounidense-- ya reconoció haber cargado y entregado al sitio de internet WikiLeaks miles de informes militares secretos y comunicaciones del departamento de Estado.
Sin embargo, niega haber querido "perjudicar" a Estados Unidos, como afirma la acusación, y declara haber intentado "provocar un debate público" sobre las guerras en Irak y Afganistán.
El gobierno de Estados Unidos sostiene, en cambio, que el exsoldado puso a Estados Unidos "a sabiendas" en peligro al divulgar esos documentos secretos, a los que había tenido acceso por sus funciones de analista de inteligencia en Irak entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, cuando fue detenido.
El gobierno lo acusa de "colusión con el enemigo", en este caso con Al Qaida, y pretende demostrar que las informaciones develadas llegaron a manos de la organización extremista. La acusación refiere a unos 700.000 documentos clasificados.
Antes de suspenderse la audiencia, una hora y media después del inicio, Manning también respondió con un "Sí, señora" cuando la coronel Lind le preguntó si seguía queriendo ser "juzgado por un solo magistrado militar" y no por un jurado.
La audiencia será reanudada hacia las 11H00 (15H00 GMT) con la declaración preliminar del gobierno, seguida por la de la defensa.
Entre los 150 testigos convocados al tribunal, 24 declararán a puertas cerradas, entre otros los embajadores, altos funcionarios de los servicios de inteligencia y un miembro del comando que participó en la operación de mayo de mayo de 2011 contra el bunker de Osama bin Laden, quien deberá declarar, lejos de las miradas mediáticas, si los documentos divulgados por Manning fueron encontrados en la residencia del jefe de Al Qaida.
Los partidarios de Manning lo presentan, por el contrario, como un héroe que denuncia con coraje los abusos de la política exterior norteamericana.
Hacen referencia al video de los atropellos contra civiles iraquíes que el soldado reconoció haber divulgado, porque le "provocaron horror". E incluso los informes secretos sobre 779 detenidos que pasaron por la prisión de Guantánamo, en relación a 150 de de los cuales Manning contribuyó a demostrar que estaban encarcelados sin motivo.
El juicio contra Manning tiene un gran repercusión, en momentos en que el gobierno de Barack Obama recibe críticas por su ofensiva contra las fugas de información sensible a la prensa, tras el registro de conversaciones telefónicas de periodistas de la agencia Associated Press y Fox News.
El gran ausente de este caso es el fundador de WikiLeaks, Julian Assange. En un editorial de The New York Times publicado el domingo, Asange recordó que el departamento de Justicia estaba en su "tercer año de investigación penal continuada contra WikiLeaks".
Los debates, que durarán hasta el 23 de agosto, se abren tres años después de la detención de Manning en Irak. Encarcelado desde entonces, pasó nueve meses en total aislamiento en la prisión militar de Quantico, en Virginia.
Su abogado, David Coombs, denunció "el ritmo de caracol" del proceso y pidió que se abandonen los cargos debido a las condiciones de detención en Quantico, que el relator de la ONU sobre la Tortura había calificado de "crueles, inhumanas y degradantes". La coronel Denise Lind le otorgó por eso una reducción de cuatro meses de pena, de los 154 años a los que puede ser condenado.
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