México, DF.- Mientras la agencia “Proceso” asegura en un artículo que grupos del crimen organizado habrían usado potentes explosivos en el atentado al edificio B2 de Pemex, la agencia “Reforma” informó que personal involucrado en las labores de rescate aseguraba que entre la documentación que se destruyó por la explosión hay auditorías de órganos internos de control.
Sin embargo, la paraestatal afirma que lo que se perdió sólo corresponde a expedientes de recursos humanos.
Todo esto sucedía al tiempo que el presidente Enrique Peña Nieto se vio obligado a suspender sus vacaciones en Nayarit, debido a la oleada de críticas que recibió en las redes sociales por abandonar el lugar de la tragedia.
Se dice que el ataque sería un reclamo de un cártel de sicarios al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, por el reforzamiento de los operativos contra el robo de combustible.
Según el artículo, peritos que trabajaban en las investigaciones habrían encontrado rastros de Composite 4 (C4), un potente explosivo de uso militar. Aseguran incluso que algunas cargas no detonaron, de lo contrario, el número de víctimas hubiera sido mayor.
Según esta hipótesis, los peritos en explosivos del Ejército recogieron los restos del material. Estiman que el explosivo se colocó en pequeñas cantidades y que habría sido ingresado en mochilas o portafolios.
Expertos de EU llegaron al complejo Pemex hacia las 10 de la noche del jueves en un vuelo privado. Lo primero que hicieron fue rastrear las llamadas realizadas y recibidas en esas oficinas, y en especial detectaron una que se realizó desde Veracruz, donde el Ejército ha asegurado varias cargas del explosivo C4.
Los peritos estadounidenses no descartaron la presencia de extranjeros sospechosos, pero también se habla de que en el lugar había información relacionada con un peligroso cartel de sicarios que se dedica, entre otras cosas, a la “ordeña” de ductos de Pemex para venderlo de manera ilegal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario