MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente Enrique Peña Nieto no ha logrado contener la violencia ni tampoco desvincularse de las políticas en materia de seguridad de su predecesor, el panista Felipe Calderón Hinojosa, destaca el diario The New York Times.
En un amplio reportaje firmado por el periodista Randal C. Archibold, el diario neoyorquino puntualiza que si bien la semana pasada el político mexiquense lanzó un programa de prevención del delito y declaró que esa era la nueva prioridad de su gobierno, los asesinatos –apunta– no sólo no han cesado en lo que va de su mandato, sino que amenazan con socavar su discurso.
Pregunta, asimismo, si el mandatario logrará contener la violencia sin la “mano dura” que criticó de su predecesor, y cambiar efectivamente el discurso nacional a otros temas, como el económico.
Destaca que Guerrero es un estado que históricamente ha sido propenso a erupciones periódicas de violencia, y ahora también es “un nuevo desafío” para el gobierno mexicano.
Las violaciones de varias mujeres en Acapulco y en los alrededores de ese puerto –incluyendo las de seis turistas españolas–, además de una emboscada donde murieron nueve agentes de la policía estatal, han ganado los titulares en todo el mundo, subraya.
Añade:
“La frustración porque el Estado no los está protegiendo, originó que pueblos rurales de Guerrero tomaran las armas y asumieran la policía”.
El diario refiere que aunque el nuevo gobierno ha dicho que quiere romper el objetivo del expresidente Felipe Calderón, que lanzó al Ejército y a la Policía Federal contra las bandas criminales, tomó un camino similar al enviar fuerzas federales a Acapulco después de los últimos ataques.
También menciona que este mes detonaron granadas cerca del consulado de Estados Unidos, en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, durante una batalla entre pandillas, e indica que 17 miembros de Kombo Kolombia, una banda popular en el norte de México, fueron secuestrados y asesinados el mes pasado.
“El derramamiento de sangre continuó a pesar de algunos indicios de que la violencia se estabilizó el año pasado, según un informe publicado el 5 de febrero por la Universidad de Trans-Border Institute de San Diego, que analizó una serie de estadísticas del gobierno sobre homicidios. El gobierno del señor Peña Nieto también dio a conocer las estadísticas de este mes; dijo que los homicidios presuntamente relacionados con el crimen organizado se habían sumergido desde diciembre hasta enero, pero los analistas han cuestionado cómo esas cifras fueron recopiladas, debido a la falta de seguimiento de investigaciones penales”, plantea.
Detalla que si bien el priista presentó estadísticas que mostrarían una disminución de diciembre a enero de los asesinatos presuntamente relacionados con el crimen organizado, analistas cuestionan la veracidad de los datos, toda vez que no se mencionan investigaciones judiciales.
Sobre el programa de prevención del delito presentado la semana pasada, que incluye la creación de una comisión interinstitucional con una inversión de 9 mil millones de dólares, los próximos años, en 250 ciudades y pueblos más violentos, indica que es similar al que Calderón puso en marcha en Ciudad Juárez.
Además, destaca las críticas al programa por no atacar la corrupción. “No veo nada en sus casi tres primeros meses que muestren que se está atacando a la impunidad”, dijo Edgardo Buscaglia, experto en delincuencia organizada de la Universidad de Columbia.
El diario neoyorquino concluye que las autoridades estadunidenses le dan tiempo al nuevo presidente para que integre su equipo antes de evaluar cómo trabajarán juntos e invertirán los 1.9 mil millones de la Iniciativa Mérida.
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