19 de Febrero del 2013
Publicado en kaosenlared
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En consecuencia, indígenas Coras, Huicholes, Tepehuanos y Mexicaneros han iniciado un movimiento de resistencia para exigir el respeto a sus costumbres y su derecho a la tierra, así como frenar el proceso de expropiación.
Fuente: Cencos
En los estados de Jalisco y Nayarit, el Gobierno Federal ha iniciado un proceso de expropiación de tierras propiedad de comunidades indígenas y que son consideradas sagradas por los habitantes de la zona.
Autoridades tradicionales, agricultores y artesanos y trabajadores pertenecientes a la cultura Wixarika, buscan que les sea reconocida la propiedad sobre trece hectáreas que son parte de Tatéi Haramara, el espacio sagrado y ritual que relacionan con la vida y la muerte, lugar que para la cultura wixarica es un centro para la cura de las enfermedades y de gran importancia simbólica y sagrada.
Desde hace décadas, con el auge de las empresas y desarrollos turísticos en las playas de Nayarit, se han expropiado territorios de propiedad ejidal y se han vendido o concesionado a inversionistas del turismo o a partículares. La problemática de los pueblos en Wirikuta se ha intensificado, particularmente en el municipio de San Blas Nayarit, donde el gobierno estatal no ha tomado en cuenta las exigencias de las comunidades organizadas en el movimiento indígena y ha hecho caso omiso a las peticiones de dialogo de los habitantes.
Los territorios de Tatéi Haramara no han escapado a los intentos expropiatorios de la industría turística y de 13 hectáreas propiedad del pueblo wixarika el gobierno del estado de Nayarit sólo les reconoce la propiedad de 3 hectáreas.
El despojo de sus tierras tiene como consecuencia directa que no tengan acceso al espacio ritual que por milenios les ha servido, que se vean limitados en su acceso al mar por alambradas y policías que no les permiten el libre tránsito. Además de la defensa del ambiente, los wixarika luchan por conservar un espacio que es necesario para su cultura y religiosidad. Para entender mejor su lucha, hay que pensar que es igual a que de pronto se negara el acceso a la iglesia y se le dijera a la población que ahí se construirá un hotel y que las misas deberán hacerlas en otro lado.
En consecuencia, indígenas Coras, Huicholes, Tepehuanos y Mexicaneros han iniciado un movimiento de resistencia para exigir el respeto a sus costumbres y su derecho a la tierra, así como frenar el proceso de expropiación.
Por esto, el Movimiento Indígena de Nayarit y las autoridades tradicionales wixarikas han realizado acciones de resistencia pacífica y en este momento están en espera de respuesta a las cartas que entregaron tanto al Ejecutivo federal y al Jefe de Gobierno de la Ciudad de México para que les ayuden a resolver la situación en forma favorable para el pueblo Wixarika.
Fuente: http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/47648-m%C3%A9xico-pueblo-wixarika-pelea-por-evitar-el-despojo-de-su-territorio-sagrado-en-las-costas-de-nayarit.htmlhttp://www.kaosenlared.net/america-latina/item/47648-m%C3%A9xico-pueblo-wixarika-pelea-por-evitar-el-despojo-de-su-territorio-sagrado-en-las-costas-de-nayarit.html
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