Alrededor de 50.000 personas participaron este domingo en Manchester en una protesta sindical contra los recortes y la privatización del Servicio Nacional de Salud británica (NHS).
La marcha, que se inició en la calle Liverpool a las 12:15, pasó por el centro de la ciudad y concluyó con discursos en Whitworth Park.
La manifestación intentó evidenciar las drásticas consecuencias que tienen las políticas capitalistas del Gobierno sobre las condiciones de vida de la clase trabajadora.
La policía de Manchester describió la protesta como una de las más grandes que jamás había vigilado.
“Las políticas neoliberales están teniendo un efecto devastador en nuestras comunidades y los servicios, con 21.000 puestos de trabajo perdidos del NHS en los últimos tres meses”, declaró Frances O’Grady, secretario general la Federación de Sindicatos británica (Trades Union Congress, TUC), que agrupa a 58 asociaciones de trabajadores.
“El NHS es uno de los mejores logros del Reino Unido y no vamos a permitir que los ministros lo destruyan a través de los recortes y la privatización”, expresó.
Desde 2008, los países de la Unión Europea (UE) padecen la imposición de medidas neoliberales dictadas por la llamada “Troika”, conformada por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).
Estas políticas han generado un impacto negativo sin precedentes en la clase trabajadora del viejo continente, con tasas de desempleo récord, retrocesos en derechos laborales, recortes presupuestarios, despidos masivos y privatización de servicios públicos como la educación, el transporte o la sanidad.
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