Zihuatanejo Guerrero a 8 de noviembre 2012.
Por: José Alberto Betanzos Salgado.
Hago la presente réplica, en mi calidad de periodista y de ciudadano inconforme en pleno goce de mis derechos constitucionales y contra de los magistrados corruptos por su complicidad con el crimen y delincuencia organizada al confabularse con el PRI para el fraude electoral que pretende imponernos a los mexicanos a un narco presidente.
Sencillamente no tiene vergüenza el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Silva Meza al rebuznar que: "México es un país democrático y libre donde no habrá regresión en el avance a la protección de los derechos fundamentales". Y entonces ¿cómo le llamará a la protección de la (SCJN) y TPJF al "narco presidente Enrique Peña Nieto" que quieren imponernos violando nuestros derechos humanos de elegir libremente? Y que, además, nos cuenta estratosféricas cantidades que se van a la basura por que hacen un teatro de “elecciones democráticas”.
A ustedes consejeros Generales del IFE, jueces y magistrados corruptos de México, los hago responsables de la violencia que puede desatarse este 1 de diciembre, día en que cientos de miles de ciudadanos mexicanos pensantes, evitaremos civilizadamente la toma de posesión del narco presidente Enrique Peña Nieto.
Son ustedes quienes deberían de evitar esta imposición, pero no lo hacen, porque son una bola de corruptos sinvergüenzas que a pesar de las pruebas contundentes de financiamiento ilícito a la campaña del PRI través de monex y compra de votos, y rebase agresivo de topes de campaña, salen ustedes muy "dignos" a decir: "En México creemos que la plena vigencia de los principios constitucionales que exigen un país libre y un estado de derecho robusto, orientado por el respeto irrestricto por todas las autoridades a los derechos humanos, es la mejor garantía para permitir el adecuado florecimiento de esta nueva realidad que nos enriquece a todos, viviendo en paz, en un país de leyes e instituciones” dijo el muy descarado Juan Silva Meza. La única manera de vivir en paz siempre será preservando la justicia no prostituyéndola.
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