Durante un operativo policiaco el pueblo mexicano de Atenco fue violentamente reprimido por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto. Los campesinos fueron Siete años después, los crímenes siguen impunes y el proyecto.
Atenco es un símbolo de resistencia ante los embates de la globalización, un símbolo de que se puede decir No a un modelo económico que acumula a través de la desposesión y que excluye e ignora los intereses de las mayorías.
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