El secretario general de la ONU reprobó la detención ilegal de los cuatro filipinos en la región de Altos de Golán y exigió su liberación inmediata. También instó a los armados que actúan en Siria a “respetar la seguridad de las fuerzas de paz” de las Naciones Unidas.
Un grupo terrorista que intenta derrocar al presidente sirio, Bashar al-Assad-, secuestró este martes a cuatro funcionarios “cascos azules” de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que vigilaban el cumplimiento de alto el fuego entre Damasco y el territorio de los Altos del Golán, una región ocupada ilegalmente por el Estado de Israel desde 1967.
La agencia de noticias Reuters reseñó que un grupo armado que opera en Siria emitió un comunicado informando que tenían en su “custodia” a los cuatro miembros de las fuerza de paz de la ONU, alegando que era por “su propia seguridad”, ante los enfrentamientos que acontecen en el territorio ocupado.
La organización terrorista se hace llamar “La brigada de los Mártires de Yarmuk” y acompañó el comunicado con una fotografía de los cuatro cascos azules, utilizando chalecos antibalas de la ONU, marcados con la palabra "Filipinas", país del cual provienen las víctimas.
Aunque el grupo terrorista dice que los retienen para protegerlos de los “enfrentamientos e intensos bombardeos en la zona”, las autoridades sirias han denunciado que esos argumentos son “una nueva muestra de hipocresía”, ya que la realidad es que los armados "utilizan a estos soldados como escudos humanos".
En ese sentido, Joséphine Guerrero, portavoz del máximo organismo de integración mundial, indicó que ya están “trabajando en su liberación”
Se trata de la segunda ocasión en la que los armados irregulares cometen este tipo de delitos, pues os integrantes de la misión de paz se encontraban patrullando la misma zona en la que 21 observadores de la ONU fueron retenidos, durante tres días, por otro grupo terroristas, en el pasado mes de marzo.
Tras conocerse la noticia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reprobó su detención ilegal y exigió su liberación inmediata. Asimismo, instó a los armados que actúan en Siria a “respetar la seguridad de las fuerzas de paz” del organismo que preside.
Los cuatro filipinos fueron secuestrados cerca de la localidad de Al-Jamlah, en los Altos de Golán, una región que el régimen de Israel ocupó en 1967, por su ubicación geoestratégica, ya que brinda a Tel Aviv al mar de Galilea, fuente principal de agua dulce para los israelíes.
Esta ocupación ilegal ha sido rechazada y condenada por las Naciones Unidas y la comunidad internacional, ya que viola diferentes resoluciones del ente y principios como la soberanía y la autodeterminación de los pueblos. Sin embargo, cada vez que el Consejo de Seguridad intenta sancionar a Israel, Estados Unidos bloquea las resoluciones con su derecho a veto.
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