El Estado Mayor Presidencial, tan torpe como siempre pero fuera de su elemento, se dio a la tarea de seguirnos "discretamente" desde el punto de reunión hasta la sede del evento, tan idiotas que no sabían ni cruzar la calle y amablemente los saludamos cuando quedaron atrapados en la multitud y ya no nos pudieron dar alcance. Por otro lado, es evidente el miedo que les genera el pueblo informado, que aunque éramos 6 personas, pues como en todo el mundo, todo mexicano con tres neuronas rechaza al niño del moco y el copete.
En cuanto llegamos, los cobardes de Estado Mayor alertaron a las autoridades japonesas sobre nuestra peligrosísima presencia, 3 hombres y 3 mujeres desarmados: un atentado gravísimo seguramente se podría suceder con nuestra bandera y un par de máscaras. La policía japonesa y la seguridad del edificio con mucha curiosidad nos preguntaron por qué estábamos ahí, uno de los encargados agradeció la honestidad y todo mundo fue enormemente amable, rápidamente se dieron cuenta que los imbéciles cobardes de Estado Mayor los habían alertado sin ninguna justificación.
De cualquier manera se siguió el protocolo y todos contentos, un sujeto (seguramente de la Embajada) se acercó a nosotros para "atendernos", pero rápidamente se largó en cuanto vio que nos íbamos a retirar con la Policía Japonesa, quienes tienen todo nuestro respeto y admiración. No fuimos a protestar, no llevamos pancartas ni planeamos gritos, en Japón no hay necesidad, el miedo del cobarde analfabeta fue mucho más fuerte que cualquier "escándalo" que hubiéramos planeado.
Estamos en un país ordenado y probablemente el más civilizado del mundo, y no íbamos a hacer el ridículo como este señor ha hecho en sus giras por todo el mundo, los mismos gorilas ignorantes de seguridad del EPNdejo se encargaron de hacer mucho más ruido que los 6 peligrosos terroristas mexicanos. ¿Triste que sólo 6 fuéramos? Sí y no, es entre semana y antes de la salida normal del trabajo, por lo que se entiende que fueran pocos, independientemente de los lamebolas que no querían ofender a la "honorable" embajada mexicana en Japón ni a la sobrinita de Salinas de Gortari que por aquí andaba. Lo que es triste es que la gran mayoría de mexicanos siguen siendo incapaces de darse cuenta que en sus manos está arrancar este sistema que jamás ha dado muestras de funcionar, ni funcionará... pero pues es más cómodo ver las novelas y creerle a los JuayDeRitos mientras la PF madrea maestros para "evaluarlos" y el imbécil de Los Pinos es incapaz si quiera de saber la capital de Veracruz... Viva México
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