Con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, el Vaticano estableció que obtendrán el perdón aquellos que asistan y quienes sigan el evento a través de redes sociales
En la Edad Media, era frecuente que la Iglesia otorgara indulgencias plenarias para familias de la nobleza que donaran dinero o riquezas. La indulgencia es un beneficio que puede otorgar el papa, cuya finalidad es “eliminar” el tiempo de castigo que debería pagarse en el Purgatorio por los pecados cometidos.
En los tiempos actuales, sería como una “reducción de pena”, que, en rigor, no perdona las faltas, porque esa función la tiene la confesión y la penitencia; es decir, el tiempo de permanencia en el Purgatorio se reduce con una indulgencia; si ésta es plenaria significa una especie de “foja cero”.
Esta práctica de la Iglesia estuvo entre una más de las razones que separaron al protestantismo liderado por Martín Lutero (ver la controversia por las indulgencias).
El Vaticano ha ofrecido indulgencia para aquellos que asistan a la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, se confiesen y arrepientan de sus pecados. Pero ante la imposibilidad de que millones de católicos no puedan estar allí, la Iglesia ha extendido la indulgencia a quienes sigan el evento a través de la TV, la radio o las redes sociales.
Monseñor Claudio María Celli, del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, aclaró que “no se pueden obtener indulgencias como un café de una máquina expendedora".
Un decreto de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano emitió un comunicado que dice que “los fieles con impedimento legítimo podrán obtener la indulgencia plenaria si, con las habituales condiciones espirituales, sacramentales y de oración, con el propósito de sumisión fiel al Pontífice Romano, participan espiritualmente en las sagradas funciones en los días establecidos mientras éstas tienen lugar, a través de la televisión, la radio o con los nuevos medios de comunicación social”, tal como puede observarse en la página oficial del Vaticano.
Los católicos asistentes a la JMJ de Río de Janeiro que se confiesen, asistan a misa y comulguen, así como recen por las intenciones del papa Francisco, se harán acreedores a una indulgencia plenaria. Aquellos que no puedan estar en Brasil, pero hagan lo mismo y sigan el evento en redes sociales o medios de comunicación, recibirán el mismo beneficio.
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