Confiado en que Enrique Peña Nieto cumplirá sus exigencias del Pacto por México y la reforma política, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, adelantó una iniciativa de reforma energética para abrir a la inversión privada nacional y extranjera la explotación y producción de hidrocarburos, que buscará que haya más vendedores de gasolinas que Petróleos Mexicanos (Pemex).
Madero expuso que su propuesta implica reformar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, que establecen que los recursos energéticos del país son propiedad de la nación, y confió en lograr una mayoría calificada en el Congreso para su aprobación, aunque aclaró que no se trata de privatizar Pemex.
“Es apertura, no privatización. No vamos a vender ni un tornillo de Pemex, ni un pozo”, aseguró Madero, quien presentó la propuesta del PAN junto con los coordinadores parlamentarios en el Senado, Jorge Luis Preciado, y en la Cámara de Diputados, Luis Alberto Villarreal.
Sobre la participación del sector privado en el sector energético, el coordinador de los diputados aclaró que se procurará privilegiar al capital mexicano por sobre el extranjero.
“En todos los casos se va a privilegiar una mayoría de capital mexicano. Y no solamente mayoría de capital mexicano para invertir, sino también quienes provean a la industria energética, lo que pretendemos es que se privilegie como lo es el caso de Brasil, a la industria mexicana para darle fuerza”.
—¿En qué porcentaje?
—Siempre una mayoría.
—¿Pero qué puede ser, 51 por ciento?
—Una mayoría siempre es arriba del 50 por ciento.
En conferencia de prensa, Madero informó que esta propuesta ya la dio a conocer a sus homólogos del PRD, Jesús Zambrano, y del PRI, César Camacho, en las reuniones que han tenido en el marco del Pacto por México.
“Nuestra posición es la de mayor audacia, la del PRD es la más conservadora. Esperemos que salga una posición intermedia”, ponderó el presidente del PAN, quien estimó que, dado que implican reformas constitucionales, sí podría ser aprobada la reforma con las dos terceras partes en una eventual votación.
La propuesta del PAN comprende la creación de una Comisión Nacional de Hidrocarburos que se abocaría al otorgamiento de concesiones y, simultáneamente, de un Fondo Mexicano del Petróleo, que tendría la responsabilidad de administrar la renta petrolera.
El presidente del PAN expuso que “la reforma energética parte del supuesto de que serán cumplidas las condiciones del adéndum del Pacto por México, en especial en la aprobación de una reforma política-electoral”.
En cuanto a la propuesta energética, Madero delineó que la propiedad de los hidrocarburos seguirá siendo de la nación y Pemex continuará como una empresa propiedad del Estado mexicano.
Sin embargo, aclaró, se pretende que compita con empresas privadas y asociaciones público/privadas en la exploración, producción, transportación, refinación y petroquímica mediante esquemas de concesión.
“El modelo de la industria petrolera mexicana está agotado, es un modelo inviable e insostenible que necesita ser reformado de fondo para que vuelva a ser productivo”, expuso.
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