En los últimos cinco años, el valor de la producción agrícola del DF ha ido cayendo 1.7% en promedio de forma anual.
Aunque la capital del país no es, ni de cerca, una potencia en lo que al campo se refiere -dedicada principalmente a los sectores de la transformación o de servicios-, durante el pasado sexenio las cuentas arrojan números rojos para la actividad.
A nivel nacional, durante el 2011 -según los últimos datos disponibles del Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP)-, el DF apenas aportó 0.3% del valor de la producción agrícola total, la cual fue de 354,656 millones 858,950 pesos. Esto lo coloca al fondo de la tabla entre las 32 entidades federativas.
La aportación ha sido irregular, según los datos de la Sagarpa, en el 2006 el DF generó 1,239 millones 874,780 pesos mediante productos del campo; para el 2007, la producción presentó una contracción de -4.6%; en el 2008 recuperó el terreno perdido y aumentó su producción 6.1%; después en el 2009 cayó con una variación de -3.7 por ciento.
Así, en el 2010, el DF alcanzó una marca récord durante el sexenio de 1,378 millones 284,770 pesos –una variación de 14% respecto del 2009-; sin embargo, en el 2011 sufrió un descalabro de 20.8 por ciento. Así, con 1,090 millones 898,260 pesos en el 2011, el DF llegó al nivel más bajo de valor de la producción agrícola registrada durante el sexenio.
LAS CAUSAS
Gustavo Almaguer Vargas, académico de la Universidad Autónoma de Chapingo, explica que hay tres factores que explican el progresivo balance negativo en el DF: la invasión de suelos de conservación, la poca rentabilidad del campo y el robo de las producciones agrícolas en las afueras de la ciudad.
Durante el periodo examinado (2006-2011), el suelo destinado al cultivo en el DF se redujo en 18.5%, al pasar de 24,153 hectáreas a 19,674. Entre la delegaciones, la que más aporta extensión a la producción es Milpa Alta, que representa en promedio 41.7% de la superficie cosechada, seguida de Tlalpan con 30.6% y Tláhuac con 18.3 por ciento.
PLANTAS Y FLORES
Según los datos, 97.4% de la producción de la capital del país corresponde a flores o plantas, tales como la Nochebuena, el geranio o el cempasúchil, mientras el resto se reparte entre nopales y avena, principalmente. En tanto, cultivos de primera necesidad como maíz, frijol, papa, jitomate o zanahoria son casi inexistentes.
Almaguer Vargas refiere que esta concentración responde principalmente a un fenómeno de mercado, ya que para los agricultores defeños las flores les generan mayores ventas.
El académico opina que ha habido una mala política de desarrollo agropecuario en el Distrito Federal, dado que es indispensable fortalecer la producción mediante invernaderos y estímulos a la generación de productos orgánicos, lo cual sería un diferenciador.
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