El presidente de Uruguay, José Mujica, fue nominado para recibir el premio Nobel de la Paz del 2013 gracias a su lucha contra el narcotráfico y sus consecuencias.
Un ejemplo de ello fue su plan de otorgar al Estado uruguayo el control de la producción, distribución y comercialización de la marihuana, según las fuentes parlamentarias del país sudamericano.
La candidatura fue propuesta por la Organización No Gubernamental (ONG) holandesa Drugs Peace Institute, presidida por Frans Bronkhorst, quien aseguró al diario El Observador tener el júbilo de presentar la candidatura de Mujica.
“Mujica es el primero que en el mundo ha propuesto acabar con esta guerra, que a nadie sirve, sólo a intereses oscuros”, destacó Bronkhorst.
Sebastián Sabini, uno de los diputados del Frente Amplio –coalición a la que pertenece Mujica–, considera que la postulación del presidente debería abarcar más de sus acciones políticas y no sólo enfocarse al plan antidrogas que ha enfatizado la asociación holandesa.
“[Mujica] ha hecho muchas cosas buenas a lo largo de su vida y ha dado muestras de grandeza en muchos sentidos. Siempre ha tenido un espíritu de concordia muy grande y de búsqueda de consensos y que creo que es un valor muy superior para un presidente”, manifestó.
Cabe resaltar que el proyecto de despenalización de la marihuana por el cual está postulado Mujica se encuentra detenido en el Parlamento, debido a que ha sido rechazado por la mayoría de la población charrúa.
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