El usuario de Twitter Moisés Juárez (@Moye1480) difundió la siguente imagen, en la cual aparecen líderes ambulantes que operan en la Delegación Benito Juárez, y los cuales son, dice el twittero, simpatizantes panistas:
A la izquierda de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, Juárez señala a Guadalupe Peñaflor, a quien el diario Reforma señala como líder de los ambulantes que se instalaron afuera de la línea 12 del Metro y a quien el delegado panista de Benito Juárez, en la Ciudad de México, nunca tocó hasta ayer, y eso por la presión de la prensa.
En la otra foto, señala Juárez, el que está abrazando a Romero es Esteban Oliva, a quien los propios panistas señala por haberse coludido con Romero para inflar el padrón del PAN en Benito Juárez para garantizar la candidaturahaiga sido como haiga sido de Jorge Romero.
En pago por ese inflado de padrón, dice La Jornada, las autoridades panistas de Benito Juárez le permitieron a los ambulantes que controla instalarse en las nuevas estaciones de la línea 12 del Metro.
Lo que Moisés Juárez señala al respecto en Twitter es que Jorge Romero no los tocaba porque eran líderes amigos.
Líderes ambulantes, claro.
Y en efecto; Literalmente durante meses el jefe delegacional panista de Benito Juárez, Jorge Romero, permitió que comerciantes ambulantes se colocaran cerca o de plano en la salida de la línea 12 del Metro en Avenida Universidad.
No los quitó a pesar de que presumía tener un corralón lleno de puestos metálicos. El detalle es que esos puestos metálicos eran de una agrupación de comerciantes invidentes que no necesitaban permiso para operar en la vía pública debido a un decreto presidencial de 1953, el cual Romero o desconoce o decidió pasárselo por abajo, contraviniendo una disposición federal.
Pero a los puestos del Metro no los quitó.
En diciembre pasado Romero afirma en vivo en televisión que no hay comerciantes ambulantes afuera del Metro, lo cual era falso, ya que diversas fotografías y denuncias de vecinos de Benito Juárez demostraban que sí había.
El jueves 17 de enero el diario Libre en el Sur publica evidencia de que no sólo hay ambulantes, sino hasta un café internet afuera del Metro Zapata, una de las principales estaciones por las que pasa la línea 12.
Al siguiente día de eso, por la mañana, Romero envía a su gente a retirar los puestosen Avenida Universidad. Resulta ser que eran, ¡Oh sorpresa!, puestos de Guadalupe Peñaflor de acuerdo con una nota de Reforma.
La propia Peñaflor, según la nota, dijo que ya tenían 10 años ubicados en donde estaban.
¿Cuánto tiempo lleva el PAN gobernando Benito Juárez? 12 años.
La pregunta es: ¿Y si regresan los puestos que quitaron ayer, los van a volver a quitar?
Yo lo dudo.
Como también dudo que se vayan a meter con los puestos de Esteban Oliva.
Así que lo de Romero es en realidad hipcresía y farsa. Hizo "fuego amigo" que quien sabe y vaya a ser permanente, o si nadamás es para taparle el ojo al macho ante la presión de los medios.
Sería interesante esperar a ver cuántos días pasan antes de que se vuelvan a colocar los ambulantes, y ver si los que se colocan son los de Peñaflor o los de Esteban Oliva.
Cierro esta columna señalando lo siguiente: En el DF quien da los permisos para los comerciantes en la calle es el gobierno central. Se paga una cuota y se emite un documento que certifica el permiso para trabajar en la vía pública. No es ilegal.
Jorge Romero la agarró contra los ambulantes un poco de la misma forma en la que Felipe Calderón se inventó una guerra contra el narco; porque no tiene legitimidad.
Romero no ganó la elección a Jefe Delegacional de Benito Juárez. Ganó Lety Varela. Lo señalan las encuestas de salida, el hecho de que Benito Juárez votó por la izquierda para Jefe de Gobierno, Presidente y Diputado Federal, y el hecho de que no se sabe qué había en los paquetes electorales ya que el Tribunal Electoral del DF no quiso hacer un recuento a pesar de que por ley lo debió haber hecho.
¿Qué le quedaba a Romero entonces para tratar de legitimarse? Agarrar la bandera de ir contra los ambulantes. Pero sólo se metió con los que tenían permiso y no eran parte del grupo que le infló el padrón del PAN.
Pero esa farsa no se pudo sostener mucho tiempo. Ahora Romero tendrá que seguir metiéndose con los ambulantes panistas -lo cual le resta aún más fuerza al PAN en Benito Juárez- o seguirá manteniendo una simulación que le restará fuerza con los electores.
Para donde se haga, Romero está perdido.
Ah, pero quería hacer fraude, ¿verdad?
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