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sábado, 20 de octubre de 2012

Para documentar nuestro optimismo: ¿Quién le tema a Elba Esther?

No es una “sirvienta” ni una “líder vitalicia”, mucho menos una “madre trabajadora”. Es simplemente Elba. La súper dirigente sindical. La que sobrevive a sí misma, a sus declaraciones, a sus excesos y a su bien encubierta corrupción.

La aclaman en Quintana Roo. ¿Cómo no? Sus más de 3 mil delegados se irán con un “regalote” de sus cuotas: una computadora. Y tendrán dos días de “descanso” en las paradisiacas playas del Caribe.

¿Qué haríamos sin Elba? Imaginemos un sindicato sin este férreo matriarcado. Imaginemos las páginas de los periódicos sin sus fotos. Imaginemos al PRI, al PAN y hasta parte del PRD sin los votos que negocia como suele hacer. Imaginemos a un Panal sin la Abeja Reina.

Esta columna es en honor a este ícono, menos famoso que Sylvia Cristell, pero tan mencionado en los sueños más oscuros del corporativismo mexicano que heredamos de este gran demócrata que es Carlos Salinas de Gortari.

1.-¡Qué poca madre! La nueva pedagogía gordillista.
“El abandono de la madre en la formación de sus hijos, convirtió a las escuelas en guarderías juveniles (menos mal que no las subrogaron al IMSS, sino ya estarían incendiadas, la R. ABC), a los maestros, en solidarios responsables de la educación, y vació de contenido educativo y de convivencia humana, enormes cantidades del tiempo familiar, el cual fue ocupado por el excesivo consumo de la televisión chatarra (¿Eso incluye su reality de concurso financiado en Televisa, Todo Mundo Cree que Sabe?, la R. teleadicta) y el abusivo uso de instrumentos lúdicos envueltos en ropajes de tecnología (¿acaso habla de las computadoras que regaló a sus maestros?, la R. sin Youporn), también chatarra.
“Cuando la familia dejó de ser el centro de la formación de los valores, éste fue ocupado por otros sistemas de comunicación con otros objetivos….
“Cuando la mujer tuvo que compartir la responsabilidad del ingreso familiar; no sólo impactó en el deterioro individual sino en el de la sociedad toda” (nótese que no es misoginia interiorizada, simplemente es sociología chafa, la R. que es mujer trabajadora).
(Nota de Sonia del Valle, Reforma, 16 de octubre 2012, p. 1).

2.-Desde que no existen los líderes vitalicios, sólo tenemos dictadores por unanimidad en los sindicatos.
“En el SNTE, y que lo oigan bien todos, no caben los líderes morales (Sólo hay líderes inmorales, la R. lógica) y menos los vitalicios. Los que estamos hoy damos la cara (¡Y qué cara!, la R. en Halloween). Ese adjetivo (vitalicio) lo han dado nuestros adversarios (Por supuesto, también los votos unánimes a su favor durante más de 20 años).
(Elba Esther Gordillo, discurso ante el VI Congreso Nacional Extraordinario del SNTE, 18 de octubre 2012).

3.-No soy sirvienta, sólo cacique. Y eso es otro nivel, eh!
“No busco puestos. Que nadie se preocupe: nunca he pensado en ser Secretaria de Educación Pública (¿para qué si ya controla la secretaría?, la R. pragmática) ni sirvienta de nadie, salvo del SNTE (Ups. O se humilla o humilla. Mejor candidateamos a Elba para la Conapred, la R. en busca de insultos).
(Elba Esther Gordillo, en su mismo discurso, 18 de octubre 2012).

4.-Este es un homenaje a la humildad. Cómo diría Porfirio Díaz: no es que yo quiera reelegirme, el pueblo me aclama.
“-¿No son muchos años (más de 20)?
“-En las democracias, si uno es electo, puede durar el tiempo que ellos quieran (Viva la nueva teoría democrática elbista! Se le olvida que en las democracias hay contendientes y límites temporales, la R. que leyó a John Locke). No es cacicazgo, no es una dictadura, no es una presidencia vitalicia (Simplemente, es elbismo, la R. humilde). Sigo creyendo en la causa. No podemos permitir que los extremos destruyan este gremio (¿Cuáles extremos? El extremo del tiempo y del dinero, la R.).
“-¿Usted se queda (al frente del SNTE)?
“-No le puedo decir, por una razón obvia… (Imagínese la mirada coqueta, la R. elusiva).
“-Si la eligen, se queda…
“-Si a usted le dicen, cuando ha empezado una obra y está a punto de culminarla, porque espero, no sé si dure un año, dos, no sé cuánto, dejarla bien encaminada, ¿por qué no, y por qué irme? Porque le interesa a otros que me vaya, porque no les gusto, porque les estorbo, no me importa (Estas frases serán el nuevo himno del SNTE: “No, no me iré/se los juro por Dios que me mira/ , la R. vitalicia). Me interesa lo que digan ellos –mira a los profesores”.
(Entrevista con David Aponte, El Universal, 19 octubre 2012, p. 10ª).

5.-He aquí la mejor explicación de la falta de transparencia pública en el manejo de los fondos sindicales.
Elba Esther opina sobre los excesos de opacidad:
“¿Cuáles excesos, cuál opacidad? (Cuáles, si la corrupción es tan clara, si ella sólo es propietaria de más de 10 edificios?, la R. magisterial). En cada evento de este tipo se rinden cuentas (Y se regalan laptops o Hummers, la R.)…
“Le voy a decir algo: todo mundo sabe que soy muy clara, se pueden decir muchas cosas, pero falsa, mentirosa, engañadora, no (¡Y que lo diga Ella!, la R. autocomplaciente). Pocos periodistas investigan. Todo se maneja por rumor, porque se dice. ¿Dónde están las pruebas, dónde están los hechos, con pruebas? Dicen que dijo, que dijo porque dijo (Y dijo lo que dijo para que ya nadie lo siga diciendo, la R. en trabalenguas). Y cualquiera puede decir con toda impunidad….
“-Usted dice que dicen que dicen, pero mucho se menciona de la fortuna de Elba Esther, que de dónde salió, que si gasta en bolsas caras, en ropa cara…
“-Me regalan muchas bolsas, también me las compro. Me compro vestidos, me encanta vestir bien (Y se ve su buen gusto!, la R. Boutique), pero no le robo a nadie”.
(Entrevista con David Aponte, El Universal, 19 de octubre 2012, p. 10ª).

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