Reporte Indigo
La narcografía de Calderón
Atrás quedaron los cárteles
de Tijuana, Ciudad Juárez y el Golfo. Ahora quienes dominan la escena son
Sinaloa y Los Zetas. A seis años de declararse la guerra contra las
organizaciones criminales, éstas tienen más recursos, más armas, son más
violentos y están en todo el país. Conoce la nueva radiografía del narco.
Miércoles 26 de septiembre de 2012
Enrique Peña Nieto llegará a la Presidencia de
México con una herencia ineludible: la guerra contra el narco iniciada hace
años por Felipe Calderón.
La herencia incluye un país erosionado por
organizaciones criminales que se han multiplicado como la cabeza de la hidra,
en una guerra que lejos de debilitar a los cárteles, los ha fortalecido.
Casi seis años han pasado desde que Calderón
declara la guerra al narcotráfico, en una acción que habría marcado su
antecesor, Vicente Fox.
Hoy vemos los resultados de la lucha con dos
cárteles que al momento que el presidente asumió el poder eran organizaciones
calificadas como emergentes y se han posicionado como las más poderosas y
sanguinarias: El cártel de Sinaloa y los Zetas.
El primero liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán
es considerado como el más grande del mundo, y los Zetas, que habrían iniciado
en 1999 con 30 ex militares al servicio del Cártel del Golfo, han asumido el
control del 90 por ciento de la región Este del país.
Este grupo ha aterrorizado a México ejerciendo un
grado de violencia nunca antes visto. La organización libra una feroz batalla
con seis cárteles y aún que existen reportes de una división interna, pareciera
que han salido fortalecidos de los embates en su contra.
El gobierno Calderonista y su predecesor
dirigieron esfuerzos para desmembrar a toda costa al Cártel del Golfo. Tan solo
en el sexenio de Felipe Calderón detuvieron a cinco líderes del más alto nivel.
En el mes de septiembre de este año, en sólo una
semana, el gobierno federal decapitó a esta organización deteniendo a sus
últimos dos líderes: Mario Cárdenas Guillén y Eduardo Costilla alias “el Coss”.
El por qué aun es incierto. No sabemos realmente
cuál era el fin de estas operaciones, el propósito, ni la estrategia.
Lo que si sabemos, es que muy probablemente estas
acciones finalmente beneficien a alguno de los dos cárteles consolidados
durante este sexenio: Sinaloa o los Zetas.
El mandato del presidente Calderón terminará el
primero de Diciembre, y con ello entregará un balance sobre la situación por
que atraviesa el país.
Enrique Peña Nieto heredara por tanto una nueva
serie de retos en materia de seguridad. Se enfrentará a un régimen del crimen
organizado que tiene influencia en todos los espacios de la vida pública.
Durante los seis años de lucha contra las drogas,
los cárteles cambiaron de estructuras. Algunos desaparecieron, otros nuevos
surgieron. Y todo como consecuencia inequívoca de la estrategia del gobierno
federal.
Algunas oportunidades aprovechadas que culminaron
en casos de éxito.
Sin embargo, la monotonía de la estrategia
también provoco nuevos brotes de violencia híbrida para lo que el país no
estaba preparado.
La nueva radiografía de los cárteles
En el 2006 Calderón recibió un país socialmente
convulso tras la estrecha victoria electoral, y un territorio nacional en donde
durante décadas encubaron organizaciones dedicadas al narcotráfico.
Heredó un escenario en el que un problema de
seguridad pública rápidamente evolucionó a uno de seguridad interior.
La violencia exorbitante rápidamente incrementó y
se esparció por diversas zonas del país.
Fueron las consecuencias de políticas publicas
fallidas durante las dos administraciones previas. Acciones que el gobierno
ejecutó sin apuntar, y de oportunidades que no supo aprovechar.
Estas oportunidades son básicamente tres:
Primera, el colapso del Cártel de Juárez al morir
su líder emblemático Amado Carillo Fuentes “El señor de los cielos”, por lo que
la organización fue perdiendo capacidad operativa y poder ante los cárteles
rivales.
Segunda, la muerte de Ramón Arellano Félix en
Mazatlán en el año 2002, hecho que derivó en un vacío de poder al interior de
esa organización, generando una pugna interna que fue aprovechada por el cártel
de Sinaloa.
Y tercera, la detención de Osiel Cárdenas
Guillen, líder máximo del Cártel del Golfo.
La evolución del narcotráfico en México se ha
visto especialmente marcada en los últimos 15 años.
En este tiempo pasó de un “régimen” unipolar en
los años 70 y 80 con Miguel Ángel Félix Gallardo al frente del Cártel de
Guadalajara, a convertirse en bipolar en los 90 con la consolidación del Cártel
de Juárez y el Cártel de Tijuana como los principales grupos.
En el Siglo XXI se convirtió en multipolar con
siete cárteles principales y diversas células considerablemente menores.
Especialmente dedicadas al narcotráfico, estas
organizaciones evolucionaron y hoy se han consolidado como un poder fáctico en
nuestro país.
Pese al esfuerzo del gobierno federal, estas
organizaciones han incrementado su presencia en diversos estrechos del
territorio nacional, y hoy, a casi seis años del inicio de la guerra contra la
delincuencia organizada, al monstruo –narcotráfico- le han crecido más cabezas
y controlan diferentes zonas del territorio nacional; incluyendo entidades
federativas por completo.
Los cárteles
Las siete organizaciones con mayor capacidad
operativa son: Cártel de Sinaloa, Cártel del Golfo, Organización de los Beltrán
Leyva o Cártel del Pacifico Sur, La Familia Michoacana/Caballeros Templarios,
Los Zetas, Cártel de Juárez y el Cártel de Tijuana.
Durante los seis años de gobierno del presidente
Felipe Calderón las estructuras y la conformación de los cárteles cambió, y el
fenómeno de evolución criminal ha sido un hecho que dejó huella en este
sexenio.
Igualmente el modus operandi de las
organizaciones criminales cambió, y marcó un parteaguas en la historia de
crimen organizado trasnacional.
Ante la presencia de mayor competencia en el
mercado de las drogas, la batalla por el control de rutas y puntos de venta
(plazas) desarrolló con una psicología criminal nunca antes vista en
México.
Las técnicas de intimidación de los cárteles
tomaron un nuevo giro hacia la brutalidad.
Decapitados, descuartizados, colgados, quemados,
ejecuciones masivas y balaceras públicas que han cobrado la vida de cientos de
inocentes, recrudecieron la disputa de poder y aterrorizaron a la ciudadanía.
Los cárteles se multiplicaron y fueron aumentando
su capacidad y nivel de influencia. Buscaron consolidar su poder en más
municipios del país.
Para lograrlo mutaron para convertirse en
organizaciones altamente sofisticadas, que incursionaron en otras formas de
actividades delictivas como el robo, secuestro y extorsión.
La antigua narcografía cambió drásticamente. La
hegemonía de los tres cárteles principales: Tijuana, Juárez y Golfo habría
llegado a su fin.
Durante el sexenio de Vicente Fox el cártel de
Sinaloa pactó una alianza con antiguos capos del narcotráfico que ejercían su
poder en el noreste del país.
Así, el Chapo Guzmán, fugado de la prisión de
Puente Grande en 2001, formó la denominada Federación de Sinaloa con Juan José
Esparragoza alias “El Azul”, Ismael “El Mayo” Zambada, y Arturo “El barbas”
Beltrán Leyva.
Pactaron una “alianza de sangre”, ya que los
cuatro individuos están emparentados. Ya sea primos o cuñados, estos cuatro
líderes dieron fin al “reinado” del cártel de Juárez.
La violencia en Ciudad Juárez recrudeció en los
últimos años de Fox, y sin duda en los primeros años de Calderón, y la
lucha por controlar el corredor de Juárez y Chihuahua derivó en miles de
muertos.
Ante ello, el presidente Calderón desplegó a mil
500 efectivos militares y mil policías federales.
La figura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, pronto
tomó mayor relevancia.
El cártel de Sinaloa habría adquirido tanto
poder, que para el 2007 diversos estudiosos del narcotráfico lo calificaban
como el cártel mas poderoso del mundo.
Ese mismo año Osiel Cárdenas Guillén era
extraditado por el gobierno federal a Estados Unidos. Hecho que marco la
separación “oficial” de su antiguo brazo armado, Los Zetas.
Esto desató rápidamente una sangrienta lucha en
Tamaulipas contra sus ex aliados. La brutal guerra entre cárteles se esparció a
Nuevo León y Veracruz.
Mientras, los Zetas se enfrentan con el poderoso
Cártel de Sinaloa en el noroeste del país, y con la Familia Michoacana y su
escisión: Los Caballeros Templarios.
A la vez la denominada Federación de Sinaloa
afrontaría una pugna interna. La organización de los hermanos Beltrán Leyva se
separaría de la federación tras la detención de Alfredo “El Mochomo” Beltrán
Leyva.
Los hermanos culparon al Chapo Guzmán por el
arresto de su hermano.
La organización de los Beltrán Leyva adoptaría el
nombre de Cártel del Pacifico Sur (CPS). Consolidándose principalmente en
Guerrero y Morelos.
Continuaron teniendo presencia en distintas
regiones de Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Sonora, Estado de México y
Querétaro.
Acapulco y Cuernavaca se transformaron en el
principal centro de operaciones del CPS. La habilidad de sus lideres para
sobornar autoridades les dio una ventaja y pronto sería el cártel con mayor actividad
en el centro del país.
Inicialmente habría un pacto de no agresión entre
los carteles. Arturo Beltrán Leyva habría fungido como el mediador entre
el Cártel de Sinaloa y los Zetas.
No obstante, los Zetas rompieron el pacto y la
escalada de violencia cobró miles de vidas más. Los territorios mas disputados
entre el cártel de Sinaloa y los Zetas eran Zacatecas, Durango, y Tamaulipas.
Dan golpe a los Beltrán Leyva
En diciembre de 2009, el líder del Cártel del
Pacifico Sur, Arturo Beltrán Leyva, fue abatido en Cuernavaca por elementos de
la Marina: lo que se consideró un golpe vital a la estructura de este cártel y
una victoria para el gobierno de Calderón.
No obstante, esta operación tensó más la
relaciones al interior del aparato de seguridad nacional.
La inteligencia utilizada en el operativo habría
venido de la embajada norteamericana, quienes optaron por la SEMAR para llevar
a cabo la misión.
Para algunos especialistas, este hecho fue una de
las causas por la que el 2010 fue el más violento de todo el sexenio de Felipe
Calderón. Al interior de los Beltrán Leyva habría un vacío de poder.
Héctor “El H” Beltrán Leyva y Sergio Villarreal
“El Grande” buscarían consolidar su liderazgo al frente de la organización.
La disputa por el poder del CPS culminó en un
espiral de violencia en Guerrero, Morelos y Estado de México. De acuerdo a
reportes de inteligencia del año 2011, la pugna se daba entre Héctor Beltrán,
“La Barbie” y Heriberto Lazcano líder máximo de los Zetas.
En abril de 2010 el ejercito mexicano detuvo a
Gerardo Álvarez Vásquez alias “El Indio”, compadre de “la Barbie”.
Tres meses después la policía federal detuvo a
Edgar Valdez Villarreal “La Barbie” , ambos en el Estado de México.
Por lo que, al parecer, Héctor Beltrán terminaría
al frente del cártel.
Un mes mas tarde, en septiembre de 2010 fue
detenido Sergio Villarreal “El grande” en el estado de Puebla.
Estas detenciones, el desmembramiento de la
organización Beltrán Leyva, dio origen a por lo menos tres células delictivas
que cobraron presencia en el centro del país, particularmente en el Estado de
México y Distrito Federal. También en Morelos, Guerrero y Michoacán.
La escalada de violencia en el Estado de México,
Guerrero y Morelos se debe a la confrontación de los grupos La
Barredora, La Mano con Ojos y La Resistencia, quienes no sólo disputan las
“plazas” del centro y occidente del país: También libran una sangrienta batalla
contra los Zetas y La Familia Michoacana/Caballeros Templarios.
Algunos de sus lideres han sido detenidos, otros
han sido asesinados. Sin embargo estas nuevas células son tomadas por nuevos
lideres que hacen su camino a través de la violencia extrema.
La Familia se divide
Otro caso de escisión se dio en el estado natal
del presidente, en Michoacán.
La Familia Michoacana, un grupo dedicado al
narcotráfico con tendencias populares y dotes de insurgencia para algunos, fue
el grupo responsable de los atentados con granadas el 15 de Septiembre de 2008,
en Morelia.
El gobierno de Calderón presumió en el año 2010
haber capturado a mas de 700 integrantes de esa organización, incluyendo a dos
de sus lideres.
Nazario “El mas loco” Moreno líder fundador del
grupo fue presuntamente abatido por fuerzas federales en 2010. Nunca
encontraron sus restos. Algunas versiones de pobladores de Apatzingán sugieren
que Nazario Moreno continua vivo.
Meses después la Policía Federal capturo a José
“El chango” Méndez, quien presuntamente comandaba lo que sobraba de la Familia
Michoacana.
El tercer líder, Servando Gómez Martínez “La
Tuta” se escindió del grupo de la Familia Michoacana que buscaba una alianza
con los Zetas, y formó un nuevo grupo autodenominado: “Los Caballeros
Templarios”.
A la fecha “La Tuta” no ha sido detenido, y el
grupo que comanda es responsable de miles de muertes. Gómez Martínez ha sido el
único líder del narcotráfico que emite un video comunicado mostrando su rostro,
a manera de propaganda, exhibiendo el manifiesto del grupo.
Este comunicado fue tomado por diversos analistas
como una “preocupación”, dado el contenido del video que muestra al capo con
ilustraciones de “El Che” Guevara, y banderas comunistas. Explica el código de
los Caballeros Templarios y pareciera que tiene características de un grupo
revolucionario.
Sin embargo, hasta la fecha en México no existe
información oficial de colusión entre grupos del narcotráfico y guerrilleros.
Al mismo tiempo en la zona occidente del país,
Jalisco, Colima, Michoacán, aparecerían dos carteles:
Uno históricamente arraigado como precursores del
narcotráfico contemporáneo: el Cártel del Milenio o de los Valencia, y otro que
surgiría como un grupo armado que haría frente a la expansión de los
Zetas en diversos puntos del país.
Estos últimos denominados Cártel de Jalisco Nueva
Generación o los Mata Zetas, grupo de menor tamaño, posee la capacidad
operativa para traficar drogas, y también la logística y armamento para ser
brutalmente violentos.
A este grupo se adjudica la ejecución de mas de
30 presuntos Zetas en Veracruz, abandonados en un boulevard altamente
transitado.
Zetas vs 'Chapos'
Con el cártel del Golfo sometido a constantes
embates en la región noreste del país por el gobierno federal y por su grupo
antagónico, los Zetas que se habrían independizado a inicios del sexenio de
Calderón, cuando aprovecharon la coyuntura y tomaron el control prácticamente
todas las rutas que el Cártel del Golfo solía controlar.
La lucha entre los Zetas y el Cártel del Golfo
dejo miles de muertes, recrudeció la vida social en el noreste del país.
También inhibió a las principales ciudades industriales del país como Monterrey
y Torreón.
La delincuencia organizada de esparció por
territorios del país buscando donde resguardarse y consolidar nuevos puntos de
operaciones.
Tal es el caso de San Luis Potosí, Querétaro,
Aguascalientes y Guanajuato.
A pesar de que el grupo de los Zetas ha sufrido
bajas significantes, y una supuesta división interna, este grupo altamente
disciplinado ha logrado mantener su influencia en la región Golfo del país, e
incursionado al centro, sur y este. Inclusive dominando territorios en
Centroamérica.
El gobierno federal ha detenido a por lo menos 10
de sus mas altos mandos, algunos de ellos, los fundadores. Sin embargo los dos
lideres continúan en libertad.
Así, con el cártel del golfo debilitado, la pugna
por los territorios que todavía conservaba la organización se traducirá muy
probablemente en una sangrienta batalla entre los Zetas y el Cártel de Sinaloa,
señaló un funcionario del gobierno federal.
Por su parte, el cártel de Sinaloa, cuyo célebre
jefe continua en libertad después de 11 años de haberse fugado de un penal de
máxima seguridad, continúa consolidándose como el cártel mas poderoso.
Aún que la organización ha sufrido bajas
importantes, como la de Ignacio “Nacho” Coronel y Vicente Zambada Niebla, hijo
del capo Ismael “El Mayo” Zambada, se ha mantenido como organización dominante
en el trafico de cocaína.
Es entonces como, por el lado Este con el cártel
de los Zetas dominando principalmente el trafico de mariguana, el Cártel de
Sinaloa domina el mercado de cocaína en la región del Pacifico.
Son estos dos carteles, los que en el sexenio de
Felipe Calderón aumentaron su presencia, y se consolidaron como los mas
poderosos.
Esta es la narcografía que el presidente electo
Enrique Peña Nieto hereda.
COLABORACION: Spiritruso Solitario
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